Vamos bien y viene lo mejor, mientras el estado comenzaba a teñirse de sangre por tanto ejecutado.
Vamos bien y viene lo mejor, mientras se multiplicaban los levantados, secuestrados y desaparecidos.
Vamos bien y viene lo mejor. Y lo que se nos vino encima fue un sujeto con hambre de todo, desde buenas viandas hasta dinero. Tanto, que ni la misma Auditoría Superior de la Federación sabe a ciencia cierta cuánto se robó Javier Duarte.
Este fin de semana la periodista Isabel Ortega, del portal de noticias AVC, hizo un interesante recuento basado en el informe que el titular de la ASF, Juan Manuel Portal, entregó la semana anterior al Congreso de la Unión.
Bajo el título: Herrera y Duarte acumulan 62 denuncias por desvío y simulación de 23 mil mdp, Isabel Ortega lleva de la mano al lector por los laberintos de esa inmensa fortuna, en la que han entrado en juego demandas por desvío de recursos, simulaciones, reintegros, empresas fachada y todo el berenjenal de movidas a las que recurrieron los señores Herrera y Duarte para cometer el gran atraco.
Por otra parte, el diario Reforma publicó una nota donde señala que miembros del crimen organizado involucran a Fidel Herrera y Javier Duarte en actos de soborno y financiamiento, principalmente de campañas políticas.
Duarte ya está en la cárcel y Fidel ni siquiera ha sido llamado a declarar.
Dicen los que saben de esto que si la ASF dio a conocer el presunto quebranto por 23 mil mdp, es porque de arriba le ordenaron tenderle la cama al nativo de Nopaltepec, que será presentado como trofeo por quienes miraron hacia otro lado mientras delinquía.
¿Y quienes se hicieron bueyes? Pues quienes lo postularon por el PRI.
Si eso es cierto, los priistas deberían aprovechar el viaje y dejar de proteger al menos a cuatro diputados federales veracruzanos, que están metidos hasta las cejas en el lodazal de la corrupción y son señalados de desviar miles de millones de pesos.
Eso sí sería actuar con justicia.
¿La habrá?
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