Recuerdo con precisión el fulgor con el que las llamadas Reformas Estructurales fueron anunciadas, causando agitación cierta en la sociedad sobre sus venideras repercusiones, que desde sus inicios para muchos ya se avecinaban perjudiciales.

Faramallas mediáticas masivas y desbocadas se soltaron por diversos canales fuera posible, empeñado el Gobierno Federal para persuadir al ciudadano de las supuestas bondades que aproximaba este paquete “transformador”, entre las cuales el frenar el alza a los precios de gasolina, diésel y gas LP, tintaba prometedor.

Detener los conocidos “gasolinazos” que durante el mandato del panista Felipe Calderón se habían convertido en un constante estropicio mensual, fue el estandarte utilizado para seducir a gran parte de la población que asequible admitió el discurso oficial, y para sosegar una efervescencia social opositora que brotaba con fuerza recurrente.

Recordemos:

1. El cuatro de enero de 2015, en cadena nacional, el presidente Enrique Peña Nieto dirigió un mensaje a la nación entorno al año que iniciaba y a las 11 reformas aprobadas durante el 2014, del cual rescato textualmente lo siguiente:

“Gracias a la reforma energética, por primera vez comienza a bajar el costo de la electricidad que pagan las familias. Además a partir de este momento, en 2015 ya no habrá gasolinazos.

Gracias a la reforma hacendaria, por primera vez en cinco años, ya no habrá incremento mensuales a los precios de las gasolinas, diésel y gas LP.”

1. El seis de septiembre en Palacio Nacional, nuestro presidente emitió nuevamente un comunicado en el marco de la promulgación de las Leyes Secundarias de la Reforma Energética, finalizando así su fase legislativa, y de lo cual trascribo lo siguiente:

“En los próximos años habrá más gas para generar electricidad a menor costo y, con ello, gradualmente disminuirán los precios de la luz y el gas que hoy pagan los hogares y negocios del país….

…Con la aprobación de la Reforma Energética culmina el trabajo legislativo del importante ciclo reformador que iniciamos el segundo día de esta Administración. Aquel 2 de diciembre de 2012, las principales fuerzas políticas y el Gobierno de la República firmamos el Pacto por México para impulsar juntos una amplia agenda de reformas…”

Existen múltiples discursos más en voz de Peña Nieto, dedicados a embelesar las reformas estructurales que hasta la fecha aseguran, “moverán a México”. Intentar hacer mención de todas las cameladas discursivas acerca de estas reformas nos ocuparía copiosas líneas que ahorraremos.

La interrogante surge: Hasta cuándo lo mexicanos seguiremos creyendo las fabulas y parábolas que con mendacidad enuncian quienes suspicaz firmaron el ‘Pacto por México’… No sólo se trata del promotor y germen de la actual crisis, el PRI, que durante años se edificó sobre pilares de corrupción e impunidad que hoy resultan insostenibles, sino también de quienes con alevosa maquinación firmaron en complicidad estos acuerdos: PAN Y PRD.

Los gasolinazos no paran: en 2012 llenar un tanque de 40 litros tenía un costo de $428.8, hoy nos cuesta $558.4. Situación insultante en comparación a los pocos pesos que ha crecido el salario mínimo, un salario de hambre solapado por los diputados del priístas, panistas y hasta perredistas, que estos dos últimos ya parecen ser uno mismo.

La electricidad continua sin reducir su costo, hace apenas un mes la Comisión Federal de Electricidad anunció el aumento a las tarifas para los sectores industrial, comercial y doméstico de alto consumo, esto debido a que el precio del combustóleo y el gas natural también subió: 8.4 y 18 por ciento respectivamente. Es insostenible la bajas tarifas que prometía la reforma energética: el incremento para el sector industria fue de entre 2 y 5 por ciento; para el comercial de 5 a 7 por ciento; y la tarifa de uso doméstico de alto consumo incrementó 6.8 por ciento.

Es manifiesto que las Reformas, por más que intenten contrariar, van en picada. Lo que para algunos se teñía prometedor, hoy se dan  cuenta de la gélida realidad. La ineficiencia palpable del gobierno federal aunado a la avidez e intereses políticos y económicos minoritarios, nuestro país atraviesa una grave situación, y al final del día comprendemos que pese al circo, maroma y teatro, las reformas son una bufonada.

@yairademar

yairademardv@gmail.com