Sin embargo, hoy y aunque usted no lo crea, los jóvenes de estos tiempos, prefieren tener un buen trabajo que les acomode y vivir tranquilamente del producto del mismo. Dicen estar bastante desconfiados de la actividad pública y aborrecen todo aquello que tenga que ver con la política.
Ya no quieren ser políticos, los que pensaban en esta actividad, porque aseguran que la corrupción ha llegado, prácticamente, para quedarse y que es muy difícil sobrevivir en este mundo donde lo primero que se requiere para estar en la política, es ser corrupto, porque de otra manera, no los aceptarían tan fácilmente.
Los jóvenes que son veracruzanos de buena cepa, aseguran que en la actualidad hay hartazgo en este sentido y que cualquier persona que se diga política ya no lo ven con buenos ojos. La política se encuentra hoy, sin rumbo y eso no lo quieren las nuevas generaciones que se preparan, eso sí, para seguir adelante, pero lejos de la vida política, donde no hay las condiciones necesarias, propias, para ejercer esta actividad.
Y es que, dentro de los mismos partidos políticos, se ha generado esta percepción, pues los jóvenes que antes buscaban un lugar en la actividad pública, comenzaban por abajo, es decir, haciendo talacha y luego ir ascendiendo hasta que se encontraban con la oportunidad de servir públicamente, como pasó como muchos de los que ahora, todavía, son funcionarios de gobierno y que comenzaron precisamente hace varios años trabajando en el fortalecimiento de sus respectivas organizaciones políticas.
De hace treinta o cuarenta años, se recuerda a muchos de ellos que se prepararon en las filas de los partidos y que más tarde recibieran su oportunidad, siendo diputados locales, federales, senadores de la república, presidentes municipales, funcionarios de gobierno y uno que otro empresario que no quiso seguir la carrera política iniciada con el apoyo de importantes políticos como fuera el Ex gobernador Rafael Hernández Ochoa, quien en su tiempo impulsara a varios jóvenes que hoy siguen siendo parte de las generaciones que se encuentran en el poder y sirviendo, honestamente, a los veracruzanos en general.
Hoy, también dentro de los partidos políticos, las cosas han estado cambiando internamente. A nivel nacional, el PAN, tiene problemas, el PRD, ni se diga, en Morena, sigue siendo un solo hombre el que maneja toda la política interna de dicha organización y en el PRI, también se ha perdido el rumbo de la política, porque los propios dirigentes ya no son de aquellas filas que se integraron con el trabajo político de abajo.
Después de Manlio Fabio Beltrones, en el PRI nacional, este partido ya no tiene dirigentes, sino encargados o gerentes de dicha organización política y salvo en algunos de los Estados de la República, los dirigentes son de aquellos políticos que se han formado en el trabajo político y son producto del esfuerzo realizado a través de varios años.
Por eso, la política ha perdido el rumbo y las nuevas generaciones ya no quieran saber nada de este quehacer público, aunque siguen haciendo falta mujeres y hombres que entiendan bien el oficio político para sacar a México, pero particularmente a Veracruz, del hoyo en que ha caído, pues de otra manera, esta entidad no tocará fondo en muchos años y como se dice popularmente, es posible que tarde o temprano, este Estado, se nos vaya de las manos.
El mismo Gobernador electo, Miguel Ángel Yunes Linares, es un producto político de esas generaciones de hace treinta años, por lo que podría nuevamente devolver a la política, su verdadero sentido e impulsar a los jóvenes de hoy, para que sigan creyendo, no tan solo en la política, sino en el mismo quehacer público.
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EL GOBIERNO FEDERAL, ha puesto de por medio sus propias condiciones para solucionar el conflicto magisterial.
El mensaje enviado con motivo de la inauguración del nuevo ciclo escolar, es claro en el sentido de no seguir ninguna negociación con los integrantes de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación, en tanto no vuelvan a las aulas y se dispongan a trabajar.
Efectivamente, los niños de todo el país, no deben ser rehenes de un conflicto magisterial. Ellos, no deben ser los que paguen por este problema que ni siquiera es de los verdaderos maestros, sino de grupos e intereses políticos que se han apoderado de este conflicto.
El Gobierno federal, ha tomado, de esta manera, las medidas que obliguen a los maestros disidentes a volver a clases, pues es tiempo de recuperar lo perdido y tratar de emparejarse, en algunos casos, con los planes educativos que tiene el propio sistema educativo nacional.
La necedad de los maestros de estar en contra de la reforma educativa, ha traído como consecuencia que miles de niños hayan perdido su tiempo y no tengan avance en el programa educativo del país, lo que se considera un verdadero retroceso en su preparación básica para seguir buscando los niveles superiores de su formación profesional.
No habrá diálogo, entonces, siempre y cuando los maestros de la CNTE, no decidan volver a trabajar. El primero paso ya esta dado y solamente se espera que las autoridades federales, intenten la segunda oportunidad de solución del este conflicto, dejando de pagar a quienes no han trabajado hasta hoy y que representan fuertes inversiones por nulos resultados.
Después, seguramente, vendrá la última opción para solucionar el problema y que será, indudablemente, la aplicación de la fuerza pública, para devolver el orden y la tranquilidad, dentro del sector educativo y también, dentro de la misma sociedad que hoy, también, ha comenzado a protestar.
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CASI OCHO MILLONES de veracruzanos, están pendientes de lo que pueda suceder después del primero de diciembre de este año.
Habrá un nuevo gobierno, acotado, más que nada por las condiciones económicas, que en tan solo dos años, tiene la promesa vigente de resolver los más urgentes compromisos.
En el aspecto político, buscar resanar las heridas que se han abierto a partir de los enfrentamientos personales y que de alguna manera, han perjudicado a la vida política de Veracruz.
Pero, lo más importante será, sin duda alguna, devolver la tranquilidad a cada uno de los hogares veracruzanos, que hasta hoy se han quedado sin un hijo, sin un padre, una madre, un hermano o un familiar en lo general. Devolver un poco la paz que se ha roto en estos años y que no ha permitido un eficaz desarrollo de los propios habitantes de esta entidad.
Dejar que los muertos vivan en paz, castigando a los culpables.
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Y MAÑANA, aquí nos encontraremos, si otra cosa no sucede.
NUESTRO CORREO: ac_stein58@yahoo.com.mx
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