El orden, prácticamente, se ha perdido.
El Estado, navega ya sin rumbo y a la deriva del mismo, aumentan los problemas de su propia administración.
Los autores del desastre huyen. Nadie quiere ver la conclusión de un gobierno, cuyo responsable esta más ocupado en defenderse de las acusaciones diarias por delitos cometidos en el ejercicio de sus facultades, que atender los reclamos de una sociedad ya cansada de tanta corrupción.
Los maestros se unen. Piden el cumplimiento de los compromisos laborales y para exigirlos, toman calles, carreteras y caminos.
Líderes que llegan a los acuerdos con autoridades, pero que sus agremiados ya no respetan, porque no ven en sus bolsillos los recursos que les corresponden.
Y no son los únicos, pues desde la Universidad, hasta los proveedores, empresarios de la construcción y prestadores de todos los servicios, se han puesto en el plan de rescatar lo que es suyo. El caos, en todos los sentidos, se ha apoderado de un estado, otrora caminado por el sendero de la estabilidad, la tranquilidad y su propio desarrollo.
Todo mundo teme, pues aparte de las graves condiciones en que se desenvuelven los últimos día se este gobierno, hay la sensación de una manifiesta intranquilidad. Los padres de familia, preocupados por sus hijos, prefieren dejarlos en sus casas, sin exponerlos a la permanente inseguridad que se aprecia por todas partes. Algo nunca visto en Veracruz.
El norte, centro y sur de la entidad, son regiones agobiadas por la violencia y la inseguridad. El gobierno federal, hace lo imposible por resguardar a los veracruzanos, después de haber dejado crecer la ola delincuencial y que ahora resulta casi imposible garantizar su seguridad. Esta es la fecha en que todas las miradas y atención, se centran, precisamente en los hechos que suceden en Veracruz. Todo mundo, se pregunta por el incierto futuro que le espera y los veracruzanos, a la expectativa, causan lástima y desolación.
Así esta por concluir una administración, con hechos realmente bochornosos para un estado que siempre había gozado del respeto y que históricamente había desempeñado un papel importante el desarrollo de la nación.
Así, un estado que se ha dicho altamente politizado, se ve envuelto con el propio manto de propia actividad política y se ve inmerso en aquella sabia declaración de que un pueblo tiene el gobierno que merece.
¿Y acaso, Veracruz, merece el gobierno que ha tenido?
Hoy, Veracruz, se encuentra en llamas y parece que ésta es la mejor definición que se le puede dar ante los cientos de acontecimientos que se suscitan diariamente.
La otra orilla del sexenio, se avisora y nace la esperanza de que pronto, el Estado de Veracruz, se recupere, pues bien se dice, también, que no hay mal que dure cien años y el presente sexenio, termina, precisamente, en dos meses, aproximadamente, tiempo en el cual, no cesaran los conflictos políticos, tampoco los económicos y los sociales, pero hay siempre la esperanza de que algo bueno pueda suceder.
Veracruz, sin embargo, aún sigue de pie.
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NUEVAMENTE, ENTRE los dos Senadores de la República, que seguirán siendo los protagonistas de la vida pública de Veracruz, en relación a la candidatura para la sucesión gubernamental, en el dos mil dieciocho, se decidirá la titularidad de la dirigencia estatal del Partido Revolucionario Institucional.
Y esto lo comentamos, porque hasta donde se sabe, los dos legisladores veracruzanos, Pepe y Héctor Yunes, no han roto, de ninguna manera, sus relaciones políticas, muy a pesar de que se han dado acontecimientos que pudieran, en determinado momento, provocar una separación entre ambos.
Los dos se respetan y se apoyan mutuamente, porque los dos son importantes referentes de la vida política de Veracruz, y más entre la militancia de su propio partido.
Así es que, Felipe Amadeo Flores Espinoza, continuará al frente del tricolor, aunque no han faltado voces que pidan la renovación de los cuadros que comanda.
Y es que, aparentemente, hay un acuerdo que parte desde le Comité Ejecutivo Nacional, para esperar el momento más oportuno para el cambio de dirigentes en Veracruz. Ese acuerdo podría haberse logrado entre los mismos Senadores de la República, y el mismo dirigente nacional priista.
El asunto esta en que por lo pronto, no habrá sucesión en el PRI estatal, hasta que haya, por lo menos, la señal de indique el camino a seguir en el próximo año.
Desde luego que no falta mucho tiempo, porque el proceso electoral municipal, demanda, exige, desde luego, una definición, considerando que los futuros candidatos del PRI, a las posiciones municipales, mucho tendrán que ver, directamente, con quien tome el rumbo de la candidatura a la gubernatura del Estado.
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QUE DE ACUERDO a las investigaciones de la Procuraduría General de la República, se considera que la escoba barrerá con muchos de los ex funcionarios del gobierno estatal.
Que nadie esta a salvo todavía de que pueda ser llamado en los próximos días para responder por muchos casos que fueron propios de su actuación.
Esto quiere decir, que aunque haya quien diga que ya ha dejado de ser funcionario desde hace tiempo, no estará al margen de las investigaciones y por lo tanto, renga que responder por algunos pecadillos que le corresponden.
Habrá llamados, según se sabe, para ex funcionarios de alto, medio y bajo rango, pues en todos ellos hay información que recabar y que de esas investigaciones, también se determinará quien o quienes se puedan hacerse acreedores a una orden de aprehensión.
El desvío de recursos es amplio y abarca a muchos personajes de la vida política de Veracruz, más en aquellos que tuvieron en sus manos el manejo de los mismos.
Una larga lista, esta siendo analizada.
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Y MAÑANA, aquí nos encontraremos, si otra cosa no sucede.
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