Para quienes viajamos de manera continúa por algunos de los principales municipios del Estado de Veracruz ya no es extraño observar en cruceros, calles o avenidas de unos años y meses a la fecha, la presencia de migrantes africanos solicitando ayuda para comer, así como la presencia de mujeres jóvenes con niños pequeños cuya vida no parece estar del todo segura. Es el caso de Rosalet una joven africana de Senegal quién en uno de los cruceros del Pto. de Veracruz es intercepta pidiendo ayuda para comida, no esta sola, viaja con su hijo de escasos 16 meses de vida, como muchas otras personas decido ser útil y le acompaño a un pequeño comedor donde le ofrezco pida de comer y me narra; como llego a México, viajo de su país a Brasil, después de un largo recorrido en autobús, lanchas y algunas desagradables experiencias llego a Chiapas vía Tapachula con su bebe y el compañero sentimental quien tenia ya resuelto hospedaje para ella y el pequeño, un hotel que además sirve como enlace para llevarlos a Tijuana y de ahí cruzar a Estados Unidos, por problemas con su pareja Rosalet queda varada en la terminal de Coatzacoalcos y de ahí viaja sola con el bebe hasta Veracruz donde tienen ya mas de dos semanas buscando ayuda para sobrevivir bajo las condiciones en las que ahora se ve incierta ha conocido a un hombre que le apoyo dejándole quedarse con su familia, su deseo sigue siendo cruzar la frontera y llegar a su destino.

Si bien es cierto, la migración internacional ha sido parte de la historia de la humanidad las características actuales se han convertido en un fenómeno más complejo. México en especial los estados del sur como Chiapas, Tabasco y Veracruz, por sus características geográficas, poli-sociales y culturales se han convertido no solo en punto de transito, también en un punto estratégico de  base, ante los más de 11 mil  900 migrantes africanos, los cuales durante 2015 y 2016 en su mayoría llegaban al estado vía Tapachula Chiapas, algunos cuyo lugar de origen es el Congo, en su mayoría viajan huyendo de la pobreza, los conflictos bélicos  y buscando como punto final asilo en Estados Unidos.

Según datos del Instituto Nacional de Migración México sé a convertido en puente para el gran éxodo africano reportado en los últimos años, entre los principales lugares de dicha emigración están Ghana, Senegal, Somalia y algunos más de Nepal, si a esto sumamos la gran migración de centro americanos, podemos suponer que nuestro país atraviesa en su mayoría de estados por una situación que amerita la conformación de mecanismos e instrumentos legales para la protección y aseguramiento de sus derechos humanos así como para el libre transito, los gobiernos estatales pero sobre todo la federación parece  no darse cuenta, la gran fluencia migratoria al interior del país es una situación que de no atenderse podría desembocar en una grave situación humanitaria, ante las amenazas del actual presidente de Estados unidos, bien seria considerar y preguntarnos que pasara con toda esta población flotante que no se encuentra registrada y la que se va dispersando entre los estados y municipios del país, buscando ante la negativa de su entrada al vecino país del norte su permanencia en México. Los migrantes que llegan por la frontera sur, hacen largos procesos de detención, por ejemplo Veracruz, cuyas condiciones geográficas son atractivas para establecerse momentáneamente relacionándose con la población femenina y/o masculina. Se tiene información de que en promedio las edades de esta población migrante se encuentra entre los 26 a 35 años, sin embargo en los últimos meses se han visto viajar a mujeres jóvenes con niños pequeños y / o mujeres embarazadas aún más jóvenes .

Es de suma importancia el seguimiento de las migrantes femeninas, si consideramos  que en los dos últimos años el incremento de los casos de desapariciones y feminicidios cometidos en diferentes entidades como por ejemplo Veracruz donde está aún pendiente el seguimiento y las acciones para la alerta de género que fue emitida a finales del 2016, ante los graves hechos de violencia feminicida registrados (2015-2016). Si a esto sumamos que son estas fronteras geoestratégicas y multiregionales espacios de diversos flujos migrantes, los cuales se incrementan ante la búsqueda de mejores condiciones de vida y oportunidades, las cuales se justifican como un derecho humano. México y en especial los estados de esta franja que colinda con centro américa, requiere de diversos replanteamientos,  conocer mejor las características de esta migración documentando los procesos y los riesgos que representan sobre todo para las mujeres y las niñas en su transito y permanencia sin las debidas reglamentaciones y la aplicación de los derechos humanos, bajo los  fenómenos sociales por los que atraviesa el país en este momento, con el alto índice delictivo y el tráfico de personas. Es importante la aplicación urgente de medidas y la atención especial a este fenómeno de flujo humano, de no hacerse podríamos estar hablando de una nueva problemática de crisis social para México.