Bitácora Veracruz.
Miguel Ángel Cristiani González.
 

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Congreso y la crisis que se avecina
2017-03-06

 


 


 


Este martes a partir de las once de la mañana -si es que empiezan puntuales- deberá de llevarse a cabo la Tercera Sesión Ordinaria de la Comisión Permanente del Congreso del Estado de Veracruz, que entre otros puntos a tratar, destaca el de volver a agendar para su discusión y posible aprobación el decreto para autorizar al Ejecutivo Estatal la reestructuración de la deuda pública.


Como se recordará, ya hubo un intento fallido, de presentar el punto de acuerdo de la Comisión Permanente de Hacienda del Estado, como dictamen con Proyecto de Decreto por el que se autoriza al gobierno del Estado, la celebración de una o varias operaciones, refinanciar y/o restructurar la deuda directa vigente y que es de alrededor de 41 mil millones de pesos.


Se trata de un tema de urgente tratamiento e inmediata resolución, porque para tener una idea de lo que significa el que no se haya aprobado el proyecto de decreto de la reestructuración, que ya cumplió más de un mes atorado en la Legislatura, por cada día que no se puede renegociar con los bancos e instituciones acreedoras, se tienen que pagar 7.1 millones de pesos.


De por sí, no hay dinero para cubrir los gastos del gobierno del estado y como los y las señoras diputadas no se ponen de acuerdo para la reestructuración, se tienen que estar pagando esos millones de pesos al día por concepto de intereses.


El tema de la reestructuración de la deuda, por sus implicaciones que tiene el pago de montos millonarios mensualmente, es seguro el asunto más prioritario a tratar por las autoridades estatales, tanto del Poder Ejecutivo como del Legislativo.


Ese dinero que se paga a los bancos no es del gobierno ni de los diputados, es del dinero del pueblo de Veracruz, que al final de cuentas es el que está pagando los platos rotos.


Pero eso pareciera no importarles a los y las legisladoras del Congreso del Estado, que argumentando falta de transparencia y de información, se niegan a votar a favor de la reestructuración, a sabiendas de que se tiene que hacer para evitar una crisis económica mayor a la que ya estamos sufriendo.


Ya el gobernador del Estado, Miguel Ángel Yunes Linares explicó con palos y palitos, con gráficas y estadísticas, la situación más que crítica que se vive en materia de finanzas públicas, que podría llevar a que no se tuviera dinero para pagar los sueldos de la burocracia estatal, en educación, salud, seguridad pública y otras áreas prioritarias de la administración, porque la mayor parte del presupuesto se destina para el pago de salarios.


Cada hora que pasa, la cuenta de la deuda pública se va aumentando por el pago de intereses y castigos por no cumplir con lo estipulado, por eso es urgente, que finalmente se vuelva a convocar al pleno de los diputados, para que se discuta los términos y se apruebe la tan polémica reestructuración.


Ya tiene más de un mes que fue presentado ante el Congreso el decreto del gobernador del Estado, Miguel Ángel Yunes Linares para que se analizara y discutiera suficientemente el asunto de la reestructuración, pero hasta el momento, ha sido evidente la falta de capacidad diálogo y de negociación del presidente de la Junta de Coordinación Política, Sergio Hernández Hernández, diputado de representación proporcional -es decir que ningún veracruzano votó por él sino fue nombrado por el PAN- para lograr los consensos necesarios, primero con los coordinadores de las fracciones y luego con los y las diputadas del Congreso.


Ya se tiene el antecedente de otra iniciativa que no fue aprobada por el pleno del Congreso, la de eliminar el fuero a funcionarios estatales, pero como no se trata de un tema de vital importancia, pues no hubo consecuencias mayores.


Pero en el caso de la reestructuración de la deuda, ya hemos delineado las consecuencias que puede tener, el que no se logre conciliar con los diputados y diputadas de las demás bancadas políticas en el Congreso, simplemente, una crisis económica y financiera mayor, como nunca la hemos vivido en Veracruz.


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