El ahora, Gobernador detenido, por los grandes delitos cometidos en Veracruz, donde se robó hasta la conciencia de quienes supuestamente gobernó, había enloquecido con la idea de llevar a su delfín a la gubernatura, cuando no se daba cuenta que a nivel nacional, ya se tenía un líder priista a quien, de alguna manera, obedecer.
Se sintió, de pronto, en los tiempos de Fidel.
Decidió, dentro de una notable desesperación, buscar apoyo en el Partido de reciente creación, es decir, el Movimiento de Regeneración Nacional, con la sola idea de que le pudiera cuidar las espaldas, en caso, desde luego, de que no pegara la aspiración de Alberto Silva Ramos.
Apoyó y financió la campaña de Morena, como una alternativa en el proceso electoral para ganar, de una manera o de otra, la oportunidad de que hoy, en lugar de estar en la cárcel, anduviera sin mayores problemas por la calle o bien disfrutando de tanto dinero desviado a su favor y al de unos cuantos que todavía se encuentran libres.
Todo era, de alguna manera, confusión, porque para entonces ya se colaban detalles de todo lo que tiempo después se descubriera.
Pero, las elecciones del cinco de junio del año pasado, dejaría despejada la incógnita y un nuevo sistema político se preparaba para actuar en contra de todo lo que había dejado Duarte, pero también, en contra de todo lo que olía, propiamente, al PRI, con una clara venganza política que hoy, a casi seis meses de gobierno, no se entiende.
El círculo político habría de cerrarse herméticamente, sin dejar pasar nada y dejando que el Estado, se volviera, nuevamente, complicado.
Estos son los días, en que la entidad veracruzana, sigue siendo un mundo raro, pues a pesar de que el proceso electoral municipal, avanza, no hay, en la mayoría de los casos, alguna indicación de que sucederá, más cuando se sabe, que estas elecciones, tienen su granito de arena para contribuir al desarrollo del proceso gubernamental del próximo año, así como también, influir en la sucesión gubernamental.
Hay quienes creen que el Gobernador del Estado, entrará en la jugada presidencial del año que entra, aún cuando su partido, tiene gallos de grandes espolones que se han venido promocionado día con día.
Pero, bueno, son cosas de la política y de los sucesos que se dan dentro de un proceso electoral que viene fuerte, con grandes sorpresas para todos, pues los mismos partidos políticos, se encuentran en serias dificultades para poder, en poco tiempo, definir al candidato que mejor les represente en una justa político electoral de grandes dimensiones.
Todavía persiste el temor, tanto a nivel nacional, como en el mismo Estado de Veracruz, de que Morena, llegue abriendo brecha y corte de un solo tajo con las aspiraciones de muchos políticos que piensan y sueñan con la gubernatura del Estado, y porque no, de los mismos que pueden estar pensando que tienen posibilidades de llegar a disputar la primera posición política de México.
Y aunque analistas de todo tipo y tamaños, se quiebren la cabeza, tratando de deducir una verdad que nadie tiene, siempre se encontraran con el dique de la complejidad política, donde nadie sabe como habrán de terminar las cosas.
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MAS VALDRIA, en estos momentos, pensar en como solucionar el problema de la inseguridad.
Este es un pendiente que tiene antecedentes de promesa que no se han cumplido, de compromisos que se han quedado en el tiempo, perdidos, sin que nadie se acuerde, porque todos los días, los hechos violentos, demuestran que los índices crecen, se desbordan y mantienen el estado de terror en todos los rincones de esta entidad.
Pero como no hay tiempo, estos asuntos, se posponen.
Hay preocupación en detener a delincuentes de la pasada administración, como un propósito de apoyo para el proyecto político que sigue. No es del todo malo, pues también gran parte de los veracruzanos, los que han llegado a informarse de la situación económica de la entidad, de la gravedad que todo esto representa, que esperaban que sea actuara legalmente en contra de todos los que se llevaron el dinero.
Y era parte de la promesa de campaña. Se cumple poco a poco, pero no es todo, puesto que dentro del mismo cumplimiento de estos compromisos, esta inmerso, también, el interés político que lleva, necesariamente, dedicatoria al proyecto que muchas veces quedó denominado como “Azul”, el cual, todavía no avanza lo suficiente en el ámbito político estatal.
Se sabe que pasados los primeros minutos después del proceso electoral municipal, más bien, después de la justa electoral, comenzar con lo que sigue, es decir, el trabajo proselitista que tiene como objetivo principal, retener el poder gubernamental en Veracruz.
Pero, la promesa principal, la más esperada de los veracruzanos, es la conclusión de la violencia y la inseguridad, cuestión que todo indica, se va quedando al margen, para que vuelva a ser, necesariamente, otro punto de promesa política para las próxima contienda electoral.
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EL ÉXITO ELECTORAL de José Alejandro Montano Guzmán, demostrará que el PRI, se levanta.
Que no esta muerto y que solo una derrota gubernamental, no lo va a exterminar, sino al contrario, lo pone en el plan de superar el reto, pues su caída ha tenido, como bien se sabe, otras más connotaciones políticas que mucho ya se han difundido, analizado y reflexionado.
Y no solo la victoria de Montano, sino otras más que ya se encuentran, propiamente, como suyas.
Todo esto se pudo descifrar, recientemente, de las declaraciones del propio dirigente tricolor en el Estado, Renato Alarcón Guevara, quien, apasionado por el trabajo que realiza en toda la entidad, da por hecho que su partido, el PRI, volverá por el sendero de la victoria electoral, aunque sin decir, cuantas serán las alcaldías que se piensan ganar.
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Y EL LUNES, aquí nos encontraremos, si otra cosa no sucede.
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