México vive los peores momentos de su vida, entre la devaluación galopante de su moneda, el saqueo de sus gobernantes, la baja producción de sus hidrocarburos y el devaluado precio con que los exporta, así como los altos salarios de la elite de los tres poderes y para colmo los desastres naturales, aunado a la pobreza extrema que nos aqueja desde endenantes, ya no sabemos qué hacer o a que santo rezarle.
Sin embargo las televisoras sin pudor manejan estos momentos, comercializando todo a nombre de la pobreza, aprovechando el dolor de nuestros paisanos para distraerlos y aprovechar la fe de nuestra gente, para que sigamos un guion y así no ocuparnos de lleno en los problemas, creen los dueños de las televisoras que nos comemos el garlito, lo bueno es que el grueso de la población ya no, así es como se descubrió la farsa del reality show, al crear Frida Sofía como una figura mediática importante, mas importante que los demás desaparecidos.
Otro que busco los reflectores es el llamado peje, al decidir por mutuo propio donar el 20% de las prerrogativas que el INE le entregara al dueño absoluto del partido político MORENA, prerrogativas de los ciudadanos recaudados por la mafia del poder según el discurso del propio peje, regalo que solo devolvería porque en ningún momento donaría. Y que sin embargo como buenos jugadores los dirigentes políticos se la devolvieron al dar los veinte y aumentarle al cien por ciento.
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Hay otros personajes que utilizando el logo de sus negocios o fundaciones, buscan salir en la foto recaudando víveres y a nombre propio hacerlos llegar en los mejores casos, porque al ser personas morales su destino resulta incierto debido a que nadie los vigila a la hora de supuestamente entregar la ayuda.
Es condenable sacar raja económica y política o popularidad social a nombre de nuestra desbastada sociedad, es hora de poner un alto y actuar con más seriedad, demos lo que podamos si es nuestra voluntad, pero no hagamos alarde ni busquemos la foto para alimentar el ego personal, nuestros hermanos mexicanos nos necesitan en todo tiempo, no solo en estos momentos, siempre nos han necesitado y lo peor es que no hemos estado.
Ahora que existe la oportunidad, vayamos a los lugares donde nos inspire confianza y donemos algo para amainar los requerimientos de nuestros hermanos damnificados, dejemos que los políticos se consuman en su jugo, cuidando las jugosas prerrogativas que se asignan, que disfruten a placer y sean buenos mundanos sin escrúpulos ni pudor a la hora de reivindicarse con quienes les dieron la oportunidad de enquistarlos en el poder.
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