Una vez pasada la emergencia por los desastres naturales que asolaron la nación los últimos meses, octubre se presenta como el mes de las definiciones. En MORENA-PT se disipa la opción de que Ricardo Ahued, el Rey del Plástico, pueda contender por la gubernatura y solo explora una Senaduría, por lo que queda en solitario Cuitláhuac García como el natural; en el PAN-PRD-MC todo está definido desde hace tiempo y a menos que algo extrañísimo suceda será Miguel Ángel Yunes Márquez el candidato; la otra opción fuerte saldrá del PRI-PVEM, en donde los priistas por fin se dieron cuenta que la unidad es lo que más les conviene y esta semana se reunieron en un cónclave secreto para buscar una candidatura de coalición que dé la batalla en el 2018.

Tanto Pepe Yunes Zorrrilla como Héctor Yunes Landa, en dicho cónclave sumaron a sus respectivos equipos políticos, los que los acompañan siempre en los cuartos de guerra, y allí, con la presencia de sus generales, capitanes y hasta cabos, llegaron a acuerdos importantes que les permitirán ir de nuevo unidos por la gubernatura.

La Alianza Indestructible y sin fecha de caducidad que tanto han pregonado, debía ser actualizada con la presencia de sus guerreros, y no sólo fue una, sino que en realidad fueron dos reuniones: la primera la semana pasada en la CDMX, y la segunda en días pasados en Veracruz. 

Luego de las arduas y maratónicas reuniones de trabajo los senadores y sus equipos llegaron a conclusiones importantes para su proyecto, entre las que destacan:

Primera. El reconocimiento de que en la pasada elección no fue Héctor Yunes el que perdió: perdió el PRI, perdieron todos y perdió Veracruz. No habrá, por tanto, más señalamientos de ganadores y vencidos.

Segunda. Harán lo posible para que la propuesta del candidato salga de aquí de Veracruz, que no venga Altiplano ni de Los Pinos, sino de aquí, en unidad. La vieja práctica del Dedazo lastima y no abona a la unidad.

Tercera. Habría una sola estrategia de campaña, en la que todos los actores de los equipos políticos se unan y en torno a ella trabajen.

Cuarta. Habrá “inclusión total” de las fuerzas priistas de Veracruz.

Quinta. Van por la revancha, pero sin revanchismos.

A esas conclusiones llegaron, sin marcar fechas y sin prisas. Ambos senadores coinciden en que en el CEN tienen sus tiempos y Los Pinos tienen su juego, pero que la definición del candidato en Veracruz no dependerá de quién sea el contendiente a la Presidencial. El humo blanco, por tanto, saldrá de aquí, o cuando menos eso esperan los priistas.

Por otro lado, las fuerzas azules también se preparan para ir por la grande del próximo año y prueba de ello es lo que sucedió este fin de semana en Pánuco, donde se dio la primera muestra de lo que será el estilo de campaña de Miguel Ángel Yunes Márquez.

El alcalde de Boca del Río trae un estilo abierto, sin las arcaicas mesas de presídium, con un discurso apasionado y profundidad de voz, con juventud y, sobre todo, que buscará destacar las fortalezas de los logros obtenidos en el Corredor Azul (Veracruz-Boca del Río-Medellín); y que se apoyará en los bastiones concertacesionados: el el Norte cubriendo las zonas de Pánuco (con la familia García Guzmán) y las zonas serranas (con Basilio Picazo de Papantla al frente); y en el sur apostarán por la fortaleza en los Tuxtlas (con Vicente Benítez y Octavio Pérez Garay) y en Acayucan y Soteapan con las hermanas Regina y Fabiola Vázquez Saut. 

Se calienta el molcajete, la guerra ha empezado.