Línea Caliente.
Edgar Hernández.
 

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Pepe, Miguel y Cuitláhuac, nada para nadie
2018-01-05

¡Año crucial para Veracruz!


La lucha, en una elección de tercios por la gubernatura más disputada en los últimos tiempos, ha comenzado.


Pepe Yunes, Miguel Angel Yunes Márquez, hijo del gobernador y Cuitláhuac García, los tres con recios padrinazgos, entran en feroz lucha por el máximo cargo de elección popular en la entidad en momentos en que Veracruz está de rodillas por el crimen organizado y el desempleo alcanza niveles alarmantes.


El sensible descontento social habrá de ser el campo más fértil para quien lleve las mejores propuestas a la ciudadanía y en los hechos sea capaz de rescatar a Veracruz.


Desde luego que en los entresijos del poder empieza a vislumbrarse la urgencia del cambio real sustentado en la reordenación financiera y la paz social como parte del proyecto del Pepe Yunes.


Pepe va por la gubernatura con todo el apoyo federal y el empeño personal de su amigo de toda la vida, el aspirante presidencial José Antonio Meade, quien viene al arranque de la campaña de Pepe el próximo domingo y, según comentó a este reportero  “vamos por todo para lograr el votación histórica el rescate de Veracruz”.


Y todo… pues ha de ser todo.


Mientras Miguel chico ha comprometido la continuidad iniciada por su padre, el gobernador, a fin de alcanzar el bienestar de más de ocho millones de veracruzanos.


En tanto, el moreno Cuitláhuac García, aunque ni pinta y se mueve en las ocurrencias y adjetivaciones, se entiende que va por el plan populista marcado desde el centro por Andrés Manuel López Obrador.


El punto es que en los hechos, con dinero y sin dinero, los tres se trenzarán para alcanzar la mínima diferencia que les permita alcanzar la victoria.


¿De cuánto es la diferencia?


Los optimistas hablan de 1.1 millones de votos. Sin embargo los realistas especulan que si no supera la barrera de 1.3 millones de votos, la elección del primero de julio se irá a tribunales.


Como quiera que sea, los tres están muy cerca de la cifra.


Si bien en la pasada elección el PRI en alianza se colocó en segundo lugar lo cual permitió la victoria de Miguel Angel Yunes Linares, el histórico, tanto sexenal como parcial, lo ubica en la supremacía con votaciones que arañan el 1.3 millones de votos.


Ello en tanto del lado del PAN para la presidencial del 2012 superó sus propias cifras rebasando el millón de sufragios en favor de la candidata panista y para el presente habrá que considerar que el gobernador Yunes Linares lleva poco más de un año en campaña proselitista y de entrega de despensas a decenas de municipios, entre ellos los que arrojan mayor número de votos.


Y del otro lado del mostrador Morena trae a Veracruz el efecto Peje en donde la “Vaca” de Cuitláhuac será el gran beneficiario del voto silencioso que lo coloque, como a Hipólito Rodríguez en la alcaldía de Xalapa, en la gubernatura 2018/2024.


Así, en esta diferencia porcentual de dos que tres puntitos, llama la atención la coincidencia de los dos Yunes –que no son parientes- de no acudir a la guerra sucia y cajas chinas acaso creíble en Pepe, pero tal vez no tanto en este joven aspirante  por ser de la estirpe que proviene y ser de tan corta mecha.


Cuitláhuac, en tanto,  buscará librarse del estigma Duarte que lo marcó al recibir cantidades multimillonarias del parte del exgobernador para lograr una victoria que nunca alcanzó.


Videos y fotografías tomadas en Casa Veracruz muestran las maletas negras atascadas de billetes, acompañadas de diálogos sarcásticos de parte de Javier Duarte, quien invita a Cuitláhuac a no contar el dinero, porque “¡te vas a tardar!”.


Ello según denuncia pública y afirmaciones hechas en su momento por Héctor Yunes Landa.


Son pues tres escenarios en donde el respetable ya no confía en nada, menos en el descrédito del gobierno vigente que tocó piso en cuanto a credibilidad y confianza.


Es, en fin, el juego que todos jugamos.


Tiempo al tiempo.


*Premio Nacional de Periodismo 

 
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