En la opinión de:.
Inocencio Martínez Cortés.
 

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Taquillero electoral
2018-01-17

En los últimos doce años el país ha tenido un actor que ha divertido y preocupado a la concurrencia, en cada proceso electoral se encuentra en vigor actuando cual vil payaso de circo, se ha ganado el respeto pero también la rechifla, lo cual no le importa porque siempre da la nota, en radio, televisión y ahora en las páginas virtuales de internet.


En principio creyó que podría ser presidente de la república, obtuvo la simpatía mayoritaria de los electores, estuvo a punto de lograrlo en el año 2012, sin embargo gracias a su arrogancia y soberbia dejó valiosos puntos en el camino, aprovechándose de ello la maquinaria oficial se le fue encima para atajarlo y lograr que por un punto no alanzara el triunfo, ese acto le molestó hasta la esquizofrenia, donde mostró su carácter agresivo hacia quienes consideró le habían arrebatado el máximo trofeo.


Nuestro taquillero electoral se dio cuenta que es difícil luchar solo contra el mundo y derivado al rencor con el cual se condujo por muchos años, se divorció del partido que le dio un nombre y lo cobijo en exceso, le entró al monopolio partidario fundando el suyo propio, logrado su objetivo empezó a recibir financiamiento público de las instituciones que tanto daño según él le hicieron para continuar con su trayectoria por todo el país y mantener el ánimo entre los electores.


En este proceso electoral está en vigor como hace doce años, anda envalentonado desafiando a todo aquel que se le pone enfrente, no le importa quién se trate, a veces sale trasquilado como cuando viene a Veracruz y ofende al gobernador, el cual no se queda callado y le regresa la pedrada, pero con la velocidad que le caracteriza huye sin que nadie le persiga.


El taquillero electoral se llama Andrés Manuel López Obrador, vuelve a creer que puede ser presidente de la república y no anda mal debido a que la mayoría de las encuestas le favorecen, levantándole más el ego para engallarse otra vez.


Trae el mismo discurso trasnochado, pero con propuesta distinta de cuando empezó su aventura, ya ni se acuerda del innombrable, se volvió amoroso, promete perdón a todo aquel que haya cometido un agravio, recicla militantes de todos los partidos sin importar su grotesco pasado, dice que con el solo hecho de cambiar de playera ya se encuentran sanos de toda enfermedad pecaminosa.


Sus fieles seguidores le perdonan y le aplauden todo, desde el calificativo que les da, hasta las imposiciones que les hace, no se diga de las alianzas contra natura que está haciendo para llegar esta vez al poder, lo cual justifica como puede hacia los que lo critican, no a sus fanáticos seguidores, que ni le entienden lo que anda acordando a espaldas de ellos. ¡Qué tal!


adidas.johan62@gmail.com Lic. Inocencio Martínez Cortes

 
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