Torreblanca se ocupó del tema y lo dimensionó en su espacio periodístico, no sin lamentar que ningún Fondo de Inversión de Riesgo ha sumado un peso, lo que sí hicieron particulares veracruzanos (omitió los nombres) que decidieron invertir ocho millones de pesos sobre un terreno de 3 mil metros cuadrados (tampoco señala si en Xalapa, en otro municipio o en otro Estado) para iniciar la planta manufacturera del nuevo producto.
iLow se llamará la nueva empresa, nacida en la incubadora iLab que dirige Víctor Moctezuma. Los jóvenes desarrolladores son Salucita Román Domínguez y José Antonio Villanueva Vázquez, aunque también se incluye a Perla Amazan Morales. El periodista destaca que dos de ellos son estudiantes de escuelas públicas.
En la página web de iLab se habla de una “revolución en la industria eléctrica” y se cita que los aparatos eléctricos generan 50 millones de toneladas de basura que tarda más de 400 años en degradarse y de la cual sólo se recicla el 15.5%. “Salucita Román y José Villanueva crearon en el ThinkCamp un polímero conductor de electricidad que es 80% más barata y 50% más liviana que el cobre. Con él se resuelven los problemas de contaminación, gasto y democratización de energía eléctrica en comunidades de bajos recursos”. Se destaca que descubrieron que su energía generará más energía.
En reconocimiento a su invento, si es que así se le puede llamar más sencillamente, fueron becados por el Instituto Nacional de Electricidad y Energías Limpias, ganaron el tercer lugar del Premio Santander a la Innovación Empresarial, y el certamen “Reto Todos con el Mismo Chip” de la SCT.
Algo que hace resaltar Eduardo Torreblanca, que está al día en el área de oportunidad del ecosistema emprendedor mexicano, es que el desarrollo de estos jóvenes revolucionará la industria mundial de los conductores de electricidad, según estiman investigadores del mismísimo y no menos prestigiadísimo Massachusetts Institute of Technology (MIT), que forma parte del Consejo de Administración de iLab “y periódicamente evalúa los proyectos que surgen de cada una de las generaciones de proyectos, tres al año”.
“Entre las muchas ventajas está que los dispositivos que pueden aprovechar este bioplástico hoy en día tienen un alto grado de componentes que adicionan a la contaminación ya que se estima que varios de estas piezas tradicionales exigirían un tiempo de degradación de 400 años mientras que los productos que pudieran ser manufacturados con este material se degradarían en máximo cinco años a decir por los cálculos del MIT de Estados Unidos (el Massachussets Institute of Technology)”.
Apunta el periodista que los desarrolladores de este material iniciaron con buenos resultados de su trabajo consiguiendo que un foquito de LED de 5 voltios se encendiera y que hoy la carga eléctrica que soporta es de 110 voltios. Además de que acaban de “descubrir” que aparte de conducir electricidad puede conducir datos. “Ya lo probaron favorablemente”.
No podía ser menos. Torreblanca comenta que en los tres años que lleva este desarrollo despertó el interés del MIT y del Conacyt, así como de empresas multinacionales como la General Electric, “la empresa 3M que por cierto les apoya ya para la parte final previa a la producción de consumibles vinculados a computadoras y teléfonos celulares” y la empresa Sumagro que también está financiando parte del proyecto.
Cuánto orgullo provocan estos jóvenes y en mi caso no puedo dejar de expresarles mi más amplio reconocimiento y felicitarlos así como a sus padres (cuán orgullosos se deben sentir), pero también a sus maestros, al Tecnológico de Acayucan, la tierra de mis padres y de parte de mi familia que ahí tengo, pero también a los innovadores de iLab, que ya extendió una red a todo el país y que hoy tiene como “aliados” a reconocidos organismos e instituciones de los más prestigiados en el país y en el mundo del conocimiento, la investigación y la innovación tecnológica.
Es un dato irrelevante, pero iLab fue inaugurado en 2014 por el entonces gobernador Javier Duarte (a la ceremonia inaugural asistió acompañado de Karime). Lo cito para celebrar que fuera de esa intervención oficial no la hubo ni la habido más, quizá porque a los políticos ese tipo de empresas del conocimiento es lo que menos les interesa, están peleados con el saber, repelen las ideas, el talento y la inteligencia, y que qué bueno que permanecen alejados de este Silicon Valley xalapeño porque además todo lo que tocan lo contaminan o le dan en la madre.
Por un familiar mío que ha trabajado en el área educativa sé del talento que hay en los Cobaev, en los Tebaev, en los Conalep y en los tecnológicos del Estado, pero también que la improvisación de autoridades educativas y su afán de llegar al cargo para ver qué provecho personal sacan, muchos para robar o cometer actos de corrupción olvidándose del potencial de los jóvenes veracruzanos, inhiben o impiden el surgimiento de más Salucitas y sus compañeros genios.
Pero por lo pronto, celebremos y hagamos votos por el éxito de iLow, que puede proyectar los nombres de Acayucan, de Xalapa y de Veracruz a nivel mundial.
Lo de las fosas, ¿se les revierte?
Existe tanta desconfianza hacia la versión oficial del presunto descubrimiento de una nueva fosa clandestina en el municipio de Alvarado, que se tomó con pinzas ante la duda de la veracidad de lo que se anunció.
Hay un mar de puntos confusos y el tema ha suscitado desmentidos que si en el fondo había la intención de dar un golpe mediático para aligerar a la administración saliente de la lluvia de críticas que recibe todos los días, el caso podría revertírseles.
Ahora podría complicárseles pues ayer el Senado de la República aprobó un punto de acuerdo para pedir al gobierno del Estado un informe sobre la exhumación e identificación de los restos que presuntamente se encontraron.
Acaso la presión en el Senado obligó a ceder y dejar pasar a una comisión de colectivos que buscan a sus desaparecidos, a quienes inexplicablemente se les bloqueaba. Y es que aparte del informe, se le pedía también al gobierno yunista que se atendieran de manera expedita las demandas de participación y coadyuvancia de los colectivos y de los familiares de los desaparecidos.
Ahora, a ver qué informe rinden. |