“Durante mi campaña para diputado federal, caminé al lado de la ciudadanía, toqué a sus puertas, estreché miles de manos, compartí decenas de ideas y fui fotografiado con todos quiénes me lo pidieron” “es un ejercicio democrático moderno” dice el diputado Tarek Abdalá en su aclaración al Reforma por la nota que le dedicó ayer en su portada. Es cierto, así lo hacen muchos candidatos a puestos de elección popular, pero qué triste que según Tarek lo hagan como un frío e hipócrita protocolo. “Se busca saludar a todos los ciudadanos de la demarcación, sin conocer, en muchas ocasiones, su profesión o intereses” Es decir, los intereses del electorado les vale una pura y dos con sal. Les vale madres el pueblo y sus penurias, sus dolencias y necesidades, lo único que les importa es su voto. Qué vergüenza hacerlo, pero cínico reconocerlo, con tal de salvar el pellejo. ¡A lo mejor Tarek no esté vinculado con supuestos criminales, pero a confesión de parte es un cínico! ¿Está usted de acuerdo?