ANTONIO GÓMEZ PELEGRÍN, Secretario de Finanzas, por extrañas razones se ha escapado del escándalo mediático en torno al jaloneo penal de la UV y su Rectora Sara Ladrón de Guevara, contra el Gobierno de Javier Duarte de Ochoa. En el ojo del huracán quedó enfrascado el Secretario de Gobierno, Flavino Ríos, pero cuando finalmente se sepa la verdad, aparecerá la inexperiencia los funcionarios de Finanzas que olvidaron firmar un Convenio entre los entes en disputa, razón por la que el Gobierno del Estado tendrá que pagar hasta el último centavo reclamado por la UV.

Explicar los efectos de los problemas y no la raíz de los mismos, es la mejor arma para engañar y ocultar las verdaderas causas por parte de los políticos “analistas”. Muchos funcionarios ineficientes se tapan con el señalamiento de corrupción que le endilgan salvajemente a su jefe el Gobernador Javier Duarte de Ochoa. Sin embargo, lo que no se ha dicho es que detrás de la escasez de recursos en el Estado y la baja en las participaciones federales del 2015, hay razones caseras y no todo se debe a la estrepitosa caída en los precios del petróleo. Las participaciones no se fijan así por los precios del crudo mexicano, sino por el desempeño económico estatal y la fortaleza fiscal en materia de ingresos propios.

Es decir, Veracruz ha sido muy flojo para crecer y recaudar impuestos, y mucho peor, para atraer las aportaciones federales. Por ejemplo ¿saben ustedes cuántos millones dejó de recibir Veracruz por la inexperiencia de funcionarios de Finanzas en el 2013? Casi 2 mil millones en perjuicio de Ayuntamientos y los Programas de Combate a la Pobreza.

Por otro lado, los cobradores de impuestos están recaudando un 28% menos en el 2013 respecto al 2008 –descontando la inflación-. Así que no todo es por culpa de la corrupción, sino también de que sin miramientos, en los últimos dos sexenios, han corrido a la gente que sabía trabajar y en cambio mantienen a funcionarios que son buenos sólo para mover la cuchara.

SEFIPLAN ha tenido demasiados “jefes” y cada uno ha llevado con ellos operadores electorales o familiares no profesionales, que no han sido eficientes… ni honestos.

El tema de la UV, finalmente, se resolverá. Es cuestión de tiempo. Lo importante será ver si explican las verdaderas razones de los problemas o seguirán ocultando las razones de los mismos.

JUAN NICOLÁS CALLEJAS ARROYO, líder del Congreso de Veracruz, tiene derecho a ser considerado el Gurú de los maestros, el guía moral del magisterio. Su fino trabajo político no tiene parangón. Podría incluso haber peleado la gubernatura del Estado con las manos en la cintura, de no estar, como él mismo señala, en el ocaso de la vida.

Sin embargo, hay muchos que dudan si en realidad su actual lucha política es en favor de sus agremiados magisteriales… o de sus familiares. Y es que su prole ha crecido tanto, que al “Sargento Popocha” (como le decían en el internado donde cursó sus primeras letras) apenas le queda tiempo para colocar en los puestos políticos a sus hijos, sobrinas, nietos, ahijados y uno que otro amigo incondicional.

Sabe tejer tan fino el maestro, que con su “EQUIPO” le supo echar oportunamente las porras a “Pepe”, a Héctor, a Erick, Mota, Silva, Carvallo, Flavino y hasta a Tomás.

Hoy en día no se le despega a Héctor, y los nombres de muchos de sus familiares y allegados ya se consideran amarrados en candidaturas a diputados locales por varios distritos. Por ejemplo, en Misantla dan por seguro al “Gallo Bolo”, actual alcalde de Juchique de Ferrer, a quien en menos de dos años le creció la cola y se la puede pisar el ORFIS por el dudoso manejo de recursos que aplicó en varias obras como la biblioteca y los baños del Palacio. Difícil de creer pero así es la política.