En Veracruz hay dos temas que tienen inconforme a sectores importantes de la población. Uno de ellos es el de los graderos, que luego del Carnaval tomó tintes politico-electorales debido al completo desorden que precedió a la fiesta carnestolenda organizada por Anselmo Estandía. Quedó un gran enojo por parte de los incautos graderos que creyeron en la buena voluntad Anselmo, quien finalmente los dejó colgados de la brocha y le dio concesiones a gente procedente de Monterrey, quienes al final timaron a cerca de ochocientos jarochos al no respetar los acuerdos firmados en los contratos para la renta de gradas. Claro, este tipo de banderas son de buena rentabilidad para los panistas quienes ya los consuelan con el consabido “no se preocupen, los meteremos a la cárcel”... veremos cuando les vayan a pedir apoyo y el voto. Otro tema es el de los obreros y ex obreros disidentes de Tamsa (unos mil aproximadamente), que durante los últimos cinco años han estado luchando contra Pascual Lagunes por el control del sindicato "SNUP" obteniendo revés tras revés por parte del Gobierno del Estado. El problema es que allá la flota es numerosa, y con el calor se antoja la prole, por eso esos 1,000 se convierten en cerca de 10,000 votos. Bueno, pues ¿Quién cree que ya los cachó y sí los atiende? El Senador Fernando Yunes, quien está sembrando en el Puerto para buscar en un par de años la alcaldía.