Xalapa, Ver., 19 de febrero de 2016.- En la Casa Asistencial Conecalli, el Sistema Estatal para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF) alberga a menores de edad que en su núcleo familiar sus derechos han sido vulnerados o que han sufrido la pérdida de sus padres, o desafortunadamente han sido abandonados.  

La atención, protección y restitución de sus derechos fundamentales es posible gracias al apoyo de todos los veracruzanos que contribuyen a que el estado avance; y como resultado, se ha trabajado para que los pequeños tengan una casa donde vivir, un médico que los atienda, un comedor amplio donde alimentarse, recámaras cómodas para su descanso, una ludoteca para recrearse y aprender, así como poder mantener un valioso número de asistentes que les dan cariño, amor y todas las atenciones necesarias.

Además, logramos construir un Jardín de Niños, una Primaria y un Centro de Atención Múltiple, con la finalidad de otorgarle a la niñez más vulnerable educación. Dentro de las instalaciones de la casa hogar, los niños residentes pueden continuar o empezar sus estudios, los que viven con discapacidad se les ofrece el CAM, una enseñanza acorde con sus capacidades.

El esfuerzo de la Secretaría de Educación de Veracruz (SEV) ha dado frutos para que la infancia de Conecalli no deje de superarse, reciba educación de calidad y logren a base de disciplina y preparación un futuro de bienestar. 

A la escuela la hacen especial los niños y niñas que asisten, “son guerreros, fuertes y con muchas ganas de salir adelante”, comentó Carolina Flores Leal, docente de Conecalli. Como ella, hay más de 15 maestros que asisten todos los días a enseñar y formar seres humanos con grandes potencialidades.

Este centro fue construido e inaugurado hace casi cinco años, y gracias a ello ha sido posible que los pequeños concreten sus estudios, como es el caso de Anabel Navarro, alumna destacada que sueña con ser maestra o científica, también le gustaría formarse como misionera para ayudar a otras personas que lo necesiten.

“Me gusta llegar a tiempo a la escuela, que aunque está aquí, al lado de la casa, tengo que levantarme a las seis de la mañana para hacer todas mis labores y desayunar para estar a las ocho en mi salón”.

La clase de español es su favorita porque se le facilitan los ejercicios y las tareas, considera que será una de las cosas que le ayudarán mucho a cumplir sus sueños cuando sea grande y se convierta en una profesionista.

Ella y sus demás compañeros disfrutan mucho de los espacios que tiene la escuela, rodeados de muchos árboles y jardín. La atención es de tiempo completo, pues los alumnos permanecen ocho horas en las aulas cursando sus materias, talleres de inglés y computación.

Acciones como estas requieren de mucho empeño, dedicación y amor. Todo el personal de la Casa Asistencial Conecalli dedica gran parte de su vida para dar felicidad a niños y niñas que han batallado para ser felices; sus actividades diarias y esfuerzo entregado siguen siendo posibles ¡gracias a tu apoyo!