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IMPOSIBLE NO REPARTIR CULPAS
De la columna "Figuras y figurones"
Por: Francisco Licona
2016-02-26 - 16:18:53 /

Javier Duarte de Ochoa, Gobernador de Veracruz, se ha autoimpuesto el castigo de cargar sobre sus espaldas toda una pesada losa de corrupción e ineficiencia, mientras a su alrededor, colaboradores grandes, medianos y pequeños, así como amigos y corifeos, se llenaron las alforjas de la noche a la mañana. La mayoría de ellos, zorrunamente, navegan de a muertito y hasta le avivan y soplan, cada vez que pueden, a las flamas de odio y antipatía en su contra. 


Como es natural, los ojos del mundo se centran en Duarte. Sin embargo analice el tamaño del daño… ¡es imposible que todo sea obra de un solo hombre!


Como que ya es tiempo de echar una mirada al pozo, a lo que está detrás del telón, de enfocar el análisis también hacia aquellos que por ley debían encargarse de custodiar, aplicar con honestidad y eficiencia los recursos públicos que hoy se sabe no han sido comprobados. 


Los resultados de la Auditoría Superior de la Federación (ASF) a la Cuenta Pública 2014 son muy graves, pero más lo declarado por el Auditor Juan Manuel Portal con respecto a lo sucedido con las Cuentas Públicas del 2011, 12 y 13, que no fueron solventadas; y los casos consignados a la Procuraduría General de la República (PGR), sin que ésta haya actuado en consecuencia hasta la fecha. 


Lo que dijo Portal es que a pesar de que el Gobierno del Estado de Veracruz no comprobó, ni reintegró, 13 mil millones 456 mil pesos de procedencia federal de los presupuestos 2011, 12 y 13, nadie, pero nadie hizo nada: ¡no se castigó a nadie! Los veracruzanos mismos, callamos. 


En lo declarado por el Auditor Superior ante un medio nacional, no se desprende que se haya presentado un solo recurso de inconformidad por la omisión de la PGR.


Es decir, ha habido una constante impunidad total. 


Ahora bien, si eso así sucedió con las cuentas de los años anteriores ¿Qué se puede esperar de lo observado en la Cuenta Pública 2014? ¡Lo mismo! ¡No pasará nada! A menos que el próximo 5 de junio la gente reaccione y decida que esa impunidad deba terminar. 


Pero ¿Fue o es Duarte el único responsable de tales quebrantos no castigados?


¡Desde luego que no! 


Por ejemplo, en la mayoría de las observaciones de la ASF se hace alusión a fondos millonarios que envió la Federación a Veracruz ¡Que jamás salieron de SEFIPLAN! ¡Que jamás llegaron a las dependencias para ser aplicados en obras, servicios o adquisiciones! ¿Qué pasó entonces? ¿Dónde están? ¿Quién se los llevó? 


¿Qué tienen que decir a todo esto los 6 titulares de SEFIPLAN que han pasado por esa oficina durante estos últimos años? ¿Qué tienen que decir Tomás Ruiz González, Salvador Manzur Díaz, Carlos Aguirre Morales, Fernando Charleston Hernández, Mauricio Audirac Murillo y Antonio Gómez Pelegrín? Alguien de ellos sabe mucho más de lo que nos podamos imaginar. 


Pero no sólo ellos deberían explicar qué pasó con el dinero ¿Qué tienen que decir los titulares del ORFIS, Mauricio Audirac Murillo y Lorenzo Antonio Portilla Vázquez? Entre los dos taparon los desmanes durante casi 12 años. 


¿Por qué carajos no hay claridad y no se les cree? ¡Algo turbio debió pasar y no pueden hacer como que la Virgen les habla!


Además, en todo ese círculo de protecciones y lavado de actos extraños… mucho, pero mucho, debieron ocultar los ex contralores Iván López Fernández, Mauricio Audirac Murillo y el actual Ricardo García Guzmán. Por acción y omisión. Ellos también tienen mucho que explicar. 


Ahora no pueden decir que no se dieron cuenta, no podrán argumentar que “ellos cumplieron con su deber”, que no tenían obligación de auditar los recursos federales, que les corresponde a los órganos ejecutores solamente. Al menos tendrían que estar explicando a cabalidad qué hicieron con el 5% al millar que recibían para supervisar la aplicación de los recursos federales. 


En su papel de comisarios o como integrantes de los Consejos de Administración de organismos desconcentrados, debieron estar al tanto de lo que estaba sucediendo. Sabían perfectamente que muchos organismos públicos estaban trabajando únicamente con los recursos federales y que la contraparte estatal, jamás les era ministrada. Unos cuantos ejemplos: SEDARPA, Centros y Universidades Tecnológicas, la UV, ICATVER, Escuelas de Tiempo Completo, entre otros muchos.


Pero eso no es todo, les reservo algo que no se ha tocado aún… no se ve dónde se han invertido los casi 80 mil millones de pesos que el Congreso le autorizó al Poder Ejecutivo  para obras, inversión pública y gasto de capital, miles de millones que, desde luego, también vieron pasar por las  manos los funcionarios de las Secretarías, Orfis, Sefiplan y Contraloría. 


Los presupuestos aprobados por el Congreso del Estado según las Gacetas Oficiales Número 421 del 31 diciembre del 2010; 419 del 23 diciembre del 2011; 446 del 21 de diciembre 2012; Decreto Número 7, Gaceta Legislativa No. 6 del 12 de diciembre 2014 y 518, del 29 de diciembre del 2015 son:


2011: 17,183,856,292 


2012: 16,210,800,000 


2013: 16,267,700,000 


2014: 17,208,992,321


2015: 9,855,800,000


2016 3,184,900,000


Total 79,912,048,613


Fondos que, invariablemente, cada uno de los años señalados se debieron aplicar en los rubros de Educación (Instituto de Espacios Educativos, Universidades Tecnológicas y la UV); Salud (Comisión de Espacios de Salud y el DIF); Desarrollo Social (SEDESOL, SEDEMA, INVIVIENDA y CAEV); Desarrollo Agropecuario (SEDARPA, Instituto Veracruzano de Bioenergéticos y el Consejo de Desarrollo del Papaloapan); Comunicaciones (SIOP). ¿Dónde están invertidos esos millones? Porque las obras no se ven por ningún lado. También esos secretarios deberían estar dando la cara.


Como se ve, el desfalco, la situación terrorífica que la sociedad esboza, no puede ser causa y culpa de un solo hombre. Sus corifeos, sus funcionarios aplaudidores y cabezagachas, no pudieron quedar sin mancha al atravesar el pantano. Hay un linchamiento mediático en estos días. Y a aquellos que durante seis años se han enriquecido a lo bestia, les conviene que sigan ametrallando al Gobernador… ellos sí, ellos sí son los ladrones que gritan “Al ladrón, al ladrón”. Ya no se trata de lealtades o deslealtades, se trata de saber qué pasó con los recursos de los veracruzanos. 

 
 
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