En el día 265 para que termine el gobierno de Javier Duarte, el grito de la Universidad Veracruzana resonó por todo el estado.
U-V-U-V-
Fueron 9 megamarchas, no fue una.
Y la consigna fue la misma: “Nos deben y nos tienen que cumplir”.
“Nos deben y nos tienen que pagar”. Ese fue el meollo del discurso de la rectora de la UV, Sara Ladrón de Guevara, de lo que nos deben.
Un recuento de débitos que sintetizó en: Nos deben nuestros sueños de un mejor Veracruz y de un mejor México.
El reclamo principal de lo que se debe a la UV son los 2,070 millones de pesos que el gobierno del estado le debe a la Universidad Veracruzana.
¿En dónde están, en dónde están, esos millones que nos iban a pagar?, cantaban las voces jóvenes de los estudiantes al coro con sus profesores y los empleados de la Universidad.
¿En dónde están?
El discurso de Sara Ladrón de Guevara fue breve, pero en el mismo anunció que “no renunciamos a defender lo que por derecho corresponde y exigimos el cumplimiento de los compromisos pendientes”.
Esa lista de deudas desgranada una por una, en la Plaza Lerdo.
- Nos deben el derecho a soñar
- Nos deben la esperanza de un mejor futuro
- Nos deben la confianza en las instituciones
- Nos deben una juventud sin miedo
- Nos deben a los desaparecidos
- Nos deben la paz de los violentados y de sus familias
- Nos deben recursos que son obligaciones porque no son de ellos, fueron otorgados por el pueblo
- Nos deben los derechos de nuestros jubilados
- Nos deben las libertadas y las capacidades criticas generadas por el conocimiento
- Nos deben mayor cobertura en la educación superior
- Nos deben mayor acceso a la educación de las clases desprotegidas, muy particularmente de nuestros grupos originarios
- Nos deben el respeto a la diversidad, de etnias, de color, de genero, de preferencia política o religiosa
- Nos deben la seguridad del cumplimiento de nuestras metas
- Nos deben la certeza de nuestro trabajos
- Nos deben los sueños de nuestros jóvenes
- Nos deben los impuestos que nos han sido descontados nominalmente y que no han sido enterados a Hacienda
- Nos deben lo que ha sido signado y convenido
- Nos deben los valores éticos de fraternidad, de compromiso
La rectora encabezó la marcha en Xalapa; a su lado iban Clementina Guerrero, Secretaria de Finanzas de la UV, y Leticia Rodríguez, Secretaria Académica, sus mujeres fuertes… Las tres gritando consignas, las tres marchando por una educación superior gratuita que el gobierno del estado escamotea.
El grito U-V-U-V, se expandió por las calles del estado.
Pero otro grito también resonó, no se pudo contener, y brotó de entre las columnas de marchistas: Fffuuueerraaa Duarte- Fffuuueerraaa Duarte.
Más bien, fueron dos gritos, porque además resonó el “ni un voto al PRI- ni un voto al PRI”.
¿Cuántos de estos manifestantes ya habrán decidido su voto con base en las acciones del gobernador?.
Bueno, fueron más, porque también se coreó un “ratero-ratero” o la versión larga “Duarte ratero, devuelve el dinero”, dirigido al mandatario veracruzano.
Una marcha de protesta suigeneris, en la que el contingente de grupos deportivos de la UV hizo resonar sus voces al son del Cielito Lindo.
- Ay, ay, ayay, canta y no llores…
O los jóvenes que con silbato y voces armaron su propio ritmo.
Hubo muestra de talento artístico y creativo, como corresponde a universitarios.
El ballet folclórico de la Universidad Veracruzana llenó el espacio frente al Palacio de Gobierno para romper el grito de reclamo, con un zapateado recordando los recursos no entregados.
O la orquesta de Moscovita, con su composición “La universidad no se toca”, haciéndola sonar en el zócalo de Veracruz, con bailarines de son jarocho moviéndose a su ritmo, con instrumentos agregados de los otros grupos musicales.
Una protesta con sabor veracruzano y en contra del gobernador veracruzano.
Como debía ser.
La lluvia ligera que empezó en Xalapa desde las 9 de la mañana seguía, intermitente, haciendo florecer los ánimos; el clima frío, no lo entumeció.
Las muestras de que la marcha se realizaba en todo el estado comenzaron a llegar al Facebook y al Twitter en cientos de mensajes.
Y entre estos estaban los del C4 (Centro Estatal de Control, Comando, Comunicaciones y Cómputo, como es su nombre completo), del gobierno del estado, colocando fotografías que mostraban el tamaño de las movilizaciones, así que ni para que digan que nada más eran unos cuantos.
Eran las 10:52 cuando el C4 puso su primer tuit sobre una de las marchas, la de Poza Rica, cuando uno de sus contingentes se dirigía al centro de la ciudad; a las 10:58 mostraba los comienzos de la movilización en Córdoba; 8 minutos después presentaba la imagen de uno de los contingentes avanzando en Coatzacoalcos; y a las 11:13 colocaba 3 imágenes que mostraban una larga fila de paraguas cubriendo una de las grandes avenidas de Xalapa.
A las 11:38 mostró uno de los grupos que fluían en la zona de Veracruz-Boca del Río.
Y a las 11:46 mostraba una foto donde el flujo de marchistas caminaba entre la niebla que descendió sobre Xalapa.
Para las 11:52 la Plaza Lerdo, de Xalapa, frente al Palacio de Gobierno, ya estaba ocupada y las calles aledañas comenzaban a llenarse.
A las 12:00 la WebCam colocada en el Hotel Diligencias, frente al palacio municipal de Veracruz ciudad, mostraba una avenida Independencia llena desde su inicio hasta el zócalo.
No fue una megamarcha, no fueron 5, fueron 9 megamarchas irrumpiendo por el estado, porque también hubo caminatas en Tuxpan, Orizaba, Minatitlán y en Acayucan.
A las que además llegaron grupos de apoyo a la demanda de pago, como el de la Benemérita Escuela Normal Veracruzana
Una manifestación en la que hasta los exrectores se dejaron escuchar, como Raúl Arías Lovillo, quien vía twitter lanzó un llamado: “Hacemos responsable al gobierno de Veracruz de toda agresión a los miembros de la comunidad universitaria en la marcha de mañana”.
O Víctor Arredondo, que estuvo en la caminata.
Así pues, ¿cómo se atreven a decir que nadie apoya a la Rectora en el reclamo de los adeudos? |