Alba Leonila comenzó tímida, haciendo una descripción de su vida de cuna humilde y sin duda habrá ganado simpatías porque se le vio entrona e incluso mandó “a la chingada” a los corruptos… Alejandro “El Pipo” Vázquez Cuevas, tuvo una participación como la de la Chica de Humo, gris y sin convencer a nadie… Miguel Ángel Yunes Linares comenzó bien, tirando dardos de precisión en el primer cuarto del debate y con un discurso fluido y sin titubeos, sin embargo, en cuanto comenzaron los revires y el golpeteo, perdió un poco de esa fuerza con la que inició, aunque al final volvió a sacar el rostro al enumerar una serie de encuestas en las que, asegura, va punteando… Armando Méndez de la Luz se distinguió por ser el de la voz más cálida, que recordaba los viejos cuentos de Cachirulo; se le vio bien intencionado pero con un difícil escenario enfrente… Héctor Yunes Landa comenzó bien y fue in crescendo; con la sorpresa de propios y extraños, se puso los guantes y regresó los obuses mostrando notas de La Jornada, Proceso y hasta del libro de Lidia Cacho; dejó emocionados a los priistas que vieron que HYL no sólo se defendió, sino que respondió con firmeza los ataques, situación que sin duda mantendrá en alto el ánimo de sus correligionarios… Juan Bueno Torio centró su discurso en propuestas y se mantuvo alejado de la guerra mediática de los Yunes, demostró conocimiento de causa y fue contundente y puntual… Hubo, eso sí, mayor emoción de lo que se hubiera esperado. ¡Faltó Cuitláhuac!