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HÉCTOR YUNES ¡FORTALECIDO!
De la Columna "Figuras y Figurones"
Por: Francisco Licona
2016-04-18 - 22:56:58 /

Después del debate los priístas retoman aire


¿Quién ganó el debate de Coatzacoalcos entre 6 de los 7 aspirantes a gobernador de Veracruz?


Esta pregunta circula desde el mediodía de este lunes por los cafés, cantinas y restaurantes de Veracruz… es la pregunta que está en la boca de todos los políticos por doquier.


¿Hubo un ganador? No lo sé, y le explico el por qué no lo sé: tal vez haya un método para medir quién gana un debate, pero más allá de las encuestas no sé si haya otro. Deben existir, debe haber criterios y mecanismos que pudieran decir con certeza quién resulta ganador en un debate.


La encuesta que utilizó, al final del debate, el Grupo Olmeca Multimedios TV Noticias, organizador del mismo, pudiera considerarse el fiel de la balanza. De acuerdo a dicha encuesta, las personas que vieron o escucharon el debate, vieron ganar a Héctor Yunes Landa. 584 personas así lo consideraron, mientras que 344 consideraron que quien lo ganó fue Miguel Ángel Yunes Linares, y 53 vieron ganador a Juan Bueno Torio.


Así lo percibieron todas esas personas que entraron al Facebook y votaron por el que ellos vieron ganar… según su muy respetable manera de pensar, intereses, que sé yo, con la premisa de que la libertad con que se vota es universal.


Sin embargo, un analista político no puede decidir quién gana un debate sin un mecanismo o método a la mano. Su percepción personal se sumaría, llanamente, al número de votos de las encuestas. Como una tarea imposible se le presentaría el hacer un análisis imparcial, sin que influya en su análisis su simpatía. Al final de cuentas los analistas son ciudadanos también y de esta realidad, en la mayoría de las veces, es imposible sustraerse a la hora de escribir.


No se deben emitir opiniones con base en los que otras personas ven o dicen, pero sí puede decirse lo que se logró percibir, cómo se vio y escuchó.


Fue un muy buen ejercicio democrático, organizado pulcra e imparcialmente, por el Grupo Olmeca Multimedios TV Noticias. Hubo piso parejo para todos los aspirantes y si Cuitláhuac no asistió, fue por su decisión y temas de agenda, y si perdió o ganó algo con no haber ido, se verá con el tiempo porque en la política cada quién usa sus armas como mejor le parece; allá él y su estrategia de campaña.


Pero lo que este lunes vimos fue un ejercicio que ya hacía falta en Veracruz, donde lo que menos hubo fueron ataduras al pensamiento libre de los debatientes.


En la agenda faltan todavía más debates, y como se dice en el béisbol, esto no se acaba hasta que se acaba. Hasta que no cae el out 27 y, señores, estamos muy lejos de la meta del 5 de junio. Vienen otros encuentros en radio o quizá en TV, y de aquí a esa fecha fatal, ha de correr mucha agua, sismos, huracanes y temblores.


Pero déjeme decirle algo que sí vimos en este tan comentado debate de Coatzacoalcos. La forma en cómo manejó sus participaciones Héctor Yunes Landa fue perfecta y muy adecuada para lo que querían escuchar sus seguidores priístas y de los partidarios coaligados. Héctor jugó para su tribuna. Para su equipo y para todos los priistas que escucharon lo que querían escuchar, y que vieron a Héctor abandonando su postura modosa y entrarle a la actitud contestataria. ¡Por fin! Comentaron algunos, por fin hubo la tan esperada réplica.


¡Y en qué forma! Este lunes Coatza fue como el despertar de un político que lleva meses aguantando vara, cañas de pescar y un sin número de afrentas, internas y externas. No sé si haya ganado el debate de hoy, pero sí ganó algo que es indispensable en las contiendas políticas: ganó la confianza de su gente y de quienes lo escucharon.


Los priistas, y todos los que siguen a Héctor, agarraron aire y respiraron tranquilos por haber soltado, de una forma contundente, ese grito ahogado que tenían atravesado por haber estado aguantando mecha. La encuesta de El Financiero, aunque no era definitiva, los había desinflado, les había quitado el sueño, aunque se hubiera negado. Pero hoy, cuando vieron las réplicas de Héctor, muchos se soltaron el pelo y gritaron a voz de cuello ¡Así se hace Héctor! ¡Ese es el Héctor que conocimos desde hace años!


Quién sabe qué pasará en los debates que faltan. Esas serán otras historias que se habrán de escribir, pero hoy, a muchos les quedó la seguridad de que su gallo no se quedará callado si lo atacan. Muchos se acostaron este lunes con un sabor de boca muy distinto, saborearon la libertad de la defensa. Si hay ofensas… ¡Sépase! ¡Habrá respuestas!


Héctor le dio un giro de 180 grados a su campaña. Los seguidores de Héctor sintieron hoy que tienen líder. Qué tienen con qué ganar la elección.


Respeto la opinión de aquellos que piensan que un debate debe ser solo de propuestas. Es verdad, y así es el deber ser. Pero en el formato de cualquier debate, también hay y debe haber réplicas. ¡El derecho a réplica!


Y lo que hoy sucedió no fue un pleito callejero. Hubo réplicas a viejas y constantes ofensas. Eso fue lo que hoy se vio: Miguel Ángel Yunes Linares, por fin, tuvo sus respuestas. Héctor dijo mucho de lo que traía atorado en la garganta y Miguel Ángel dijo mucho de lo que ha venido repitiendo desde hace varios años. Hoy no se dijo nada nuevo, ya todos hemos escuchado lo que hoy se dijo… lo importante fue quién lo dijo, pues hasta hoy, Héctor no lo había hecho.


El político además de vender ideas, conocimiento y experiencia, también debe vender su personalidad, su carácter, su honradez, su congruencia, y si a un candidato se le cuestiona eso, es su obligación defenderse, o corre el riesgo de otorgar. No, yo no vi un pleito callejero, vi un debate como el que tenía mucho tiempo se quería ver.


Hoy se libró una batalla, y todo lo que hagan abonará a favor o en contra, para ganar la guerra.


 

 
 
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