La política es un arte, no sólo es la idea del personaje corrupto, mentiroso y seductor del mal, también es la capacidad de dialogar, sumar voluntades, escuchar ideas y considerarlas aunque no hayan sido propias. ¿Qué hace Cuitláhuac García? No se sabe, pero lo que hace no es política. Armando Méndez de la Luz, candidato del Movimiento Ciudadano, apenas este jueves en una nota de El Financiero, declaraba que de no favorecerle las preferencias podría declinar a favor de Cuitláhuac. ¿Se puede imaginar cuántos votos le podría representar a MORENA la adhesión de Armando Méndez de la Luz? ¡Podría ser la diferencia entre ganar y quedarse en la rayita! Sin embargo, de forma por demás despectiva, Cuitláhuac se limitó a decir acerca de esto “¡Allá él!”. Dirían los jóvenes “What a fuck?”. ¿De esa forma quiere hacer política? Ni siquiera estamos hablando de partidos políticos con ideologías extremas como el PAN-PRD… sus ideologías (¿Tienen?) son parecidas y pudieran concurrir. Pero no, Morena está ensoberbecida, apunta sus dardos a Miyuli e incluso, contra cualquier medición, asegura que Héctor Yunes Landa ya está out. No se le pide a Cuitláhuac que lea a Maquiavelo, Sun Tzu o las 48 Leyes del Poder, pero mínimo podría leer Paulo Coelho.