Enrique Olivera Arce, en su “Punto crítico” nos dice  que los candidatos parecen aquella “tía ya entrada en años que, tras haber enterrado a dos maridos y en vísperas de sus terceras nupcias, ante la sociedad de su tiempo se asumía como casta y virtuosa.” Y es que esta batalla de lodo solo habla de “una sociedad construida sobre la hipocresía y la simulación”. Olivera afirma que hacen falta hombres y mujeres con visión de Estado y no santurrones que se autoproclaman honestos sin convicción. Aquello, dice, no puede lograr nada valedero y sí chistes de mal gusto.