Anoche los sabios de la política que no entienden ni jota de religión, trataban de explicarse, sin lograrlo, cómo ha sido posible que en México se haya llegado a situaciones como la que hoy divide al país. Por un lado, Enrique Peña Nieto le da para adelante a los matrimonios entre personas del mismo sexo a nivel Constitucional. Por otra, el Gobierno de Veracruz avala el derecho a la vida -que en vox populi se ha entendido como criminalizar el aborto-. Por otro lado, el clero católico está contra Peña Nieto y sus propuestas. En un silogismo de primer grado: si el clero está a favor de Duarte y en contra de Peña, luego entonces Duarte está en contra de Peña Nieto. Lo cierto es que Peña Nieto negociará de alguna manera con el clero católico, pero ¿lo hará igual con Duarte o ni lo volteará a ver? Los sabios de la política piensan que no... En eso cavilaban los sabios bebedores de café, que se declaran en ignorancia religiosa, o política, o en ambas, y se llevan canillazos por no estar ‘in’ en las nuevas tendencias ‘políticamente correctas’.