Tiempo de echar cohetes y tiempo de recoger las varas. ¿Qué lectura darle lo dicho por César Camacho, líder de la bancada del PRI en San Lázaro? "Manlio no debe renunciar". Seguro no fue para salvar al compañero, en política y menos en el PRI, no hay quien meta las manos al fuego por otro. Los priístas quieren ver sangre. Alguien debe cargar con la culpa y obvio, no será el residente de Los Pinos. Decir que Manlio no debe renunciar, cuando nadie lo ha preguntado, solo tiene la intención de cargarle el muertito a Manlio, quien hoy a muchos ya les estorba. Camacho fue el mensajero y atizó la lumbre hacia Manlio. ¡De que se va, se va! La pregunta es ¿Alguien debe renunciar en la aldea veracruzana por lo mismo? ¡Claro que sí! No enfrentarán el proceso 2017 con fichas perdedoras. A estas alturas, ya están pensando en qué fuerza política debe tomar las riendas de un PRI que: a) será oposición; b) ya no será gobierno; c) no tendrá dinero. Debe ser alguien que pueda negociar con el Altiplano, y con las nuevas fuerzas locales; que tenga llave de Los Pinos e interés en ser candidato en el 2018. ¿Muy pronto para pensar en ello? Señores, la política vuela, y en el PRI ya tienen puesta la mira en el 2018, no crean que están llorando en los rincones.