Con tan sólo 12 años de edad, Eduardo Viveros Colín ha demostrado que puede llegar muy lejos y su empeño lo pone actualmente como candidato al Premio Nacional de la Juventud 2016, en la categoría Expresiones Artísticas y Populares; su destacado esfuerzo ha sido reconocido por la Secretaría de Gobierno (SEGOB), a través de la Subsecretaría de la Juventud (SUBSEJUVER).

Originario de Cerrillos de Díaz, del municipio de Alto Lucero, Eduardo es un chico común que disfruta de jugar al futbol con sus compañeros, pero son los sones como El Cascabel y La Bamba los que le mueven el corazón para seguir adelante y conquistar países como Colombia, Chile, Brasil e Italia, convirtiéndose así en vocero de una gran herencia.

Alentado por su familia, comenzó a tocar el arpa a los nueve años. Su tío y abuelo son músicos de antaño, lo que le inspiró y, sin importar los tropiezos, es su padre quien de manera constante le dice “todo con esfuerzo y perseverancia se puede lograr”.

Sin embargo, su acercamiento al arpa fue un tanto casual; “a la iglesia a la que asisto se toca con arpa, y me llamó la atención este instrumento al que le dedico una hora diaria de ensayo”.

Quiere estudiar arquitectura, pero siempre de la mano y acompañado de su instrumento aspira a conocer gran parte del mundo, y con sonrisa alegre señala que se siente orgulloso de sus tradiciones “y de ser un niño veracruzano”.