Si el gobierno federal lo autoriza, el ayuntamiento de Veracruz añadirá un carril a un tramo del bulevar costero Manuel Ávila Camacho a la altura de la Playa Martí, para agilizar el tránsito vehicular en esa zona donde se forma un cuello de botella.

En sesión el cabildo porteño autorizó al alcalde Ramón Poo Gil y al síndico único Carlos José Díaz Corrales a solicitar la anuencia a la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales.

El director municipal de Infraestructura y Obras Públicas, Salvador Barbes Navarro, explicó el Proyecto Rehabilitación de la Playa Martí con la Incorporación Vial del Bulevar Manuel Ávila Camacho, con la Avenida Martí, la Avenida Colón y la Avenida Simón Bolívar.

La idea es tener un carril adicional pero no a todo lo largo del Ávila Camacho, sino en un tramo de casi 20 metros de José Martí a Simón Bolívar en sentido sur a norte cuando se viaja de Boca del Río a Veracruz.

“Cuando pasas por Martí doblas a la derecha, es una vuelta inglesa y doblas a la izquierda. Sería evitar esa cola de coches, se ampliaría un poco más el bulevar, se respeta esa zona de playa, se le come al mar digamos un carril, pero el bulevar sigue siendo del mismo tamaño.

“El paso peatonal del bulevar se respetaría el ancho, se daría a la derecha y cuando el semáforo indique, doblarían los carros a la izquierda, Los coches ya no harían la cola estorbosa que luego hace que se paren y se transite lentamente”, señaló Barbes.

Aclaró que no existen tiempos ni presupuestos porque nada se puede hacer mientras la Semarnat no expida el permiso en esa zona federal.
Aunque antes había dicho que sí, después mencionó que no desaparece un tramo de playa ni se le gana terreno al mar.

“No desaparece playa, nada más nos corremos. Visualicemos donde se hacen ejercicios actualmente en Bolívar, eso. El ejercicio es más o menos como de 15 metros de donde empieza a donde termina, pero hace la vuelta.

“Empieza antes de donde está la plazuela donde hacen ejercicio, unos 20 metros antes más o menos, y termina donde da la vuelta”, remarcó Barbes Navarro.

Admitió que el proyecto podría no realizarse en caso de no obtener los permisos federales o de que éstos se retrasaran.

“No es seguro todavía que la obra se vaya a hacer, estamos tramitando los permisos. No podemos nosotros controlar la rapidez o lo que puedan o no aprobar las dependencias federales”.

En tanto, el municipio hace los estudios de impacto ambiental, aforo vehicular y otros.