La selección alemana de fútbol presentó hoy sus credenciales de campeona del mundo al meterse en los cuartos de final de la Eurocopa derrotando por un contundente 3-0 a una Eslovaquia superada de principio a fin por el gran juego de su rival. Jérôme Boateng y Mario Gómez plasmaron en sendos goles la neta superioridad alemana en la primera parte y ya en la segunda Julian Draxler completó su gran partido en Lille y la goleada de su selección, que cuajó su mejor encuentro hasta ahora en el torneo. La primera parte fue un recital de Alemania. Jugó bajo el mando de un inspirado Mesut Özil, encontró soluciones por ambas bandas con las subidas de los laterales y Gómez fue una pesadilla para los defensas rivales. Además, circuló el balón con velocidad y contó con la ayuda de su rival, muy acobardado y replegado atrás. A Alemania le benefició adelantarse tan pronto. Ocurrió a los ocho minutos, en un saque de esquina que contó con la pésima vigilancia de la defensa eslovaca. Boateng esperó el balón en la frontal y desde allí marcó de volea después de que la pelota tropezara muy ligeramente en un defensa rival. El central, que había llegado al partido con molestias en el gemelo, anotó así su primer gol con la selección. El técnico alemán, Joachim Löw, confío prácticamente en el mismo equipo que venció a Irlanda del Norte, con la única modificación de Draxler por Mario Götze. Tras una primera fase un poco gris, va consolidando su equipo y el juego. En pleno vendaval, Alemania tuvo una inmejorable oportunidad de aumentar su renta a los 16 minutos en un penal cometido sobre Gómez. Özil lanzó mal y erró su primer lanzamiento de penal con su selección. Ni siquiera esto detuvo a Alemania, que siguió generando ocasiones sin apenas sufrir amenazas eslovacas. Y tuvo su premio a dos minutos del final, con una magnífica jugada de Draxler por la banda izquierda que encontró el oportuno remate de Gómez tras disfrutar de la generosidad de la defensa rival. Fue el quinto tanto del delantero en sus participaciones en la Eurocopa, igualando la mejor marca de Jürgen Klinsmann. Ni siquiera con todo perdido se vio a una Eslovaquia atrevida en la segunda parte. También es cierto que Alemania trabajó para impedir que regresaran a la pelea del duelo. El conjunto de Löw siguió recuperando el balón rápido y finalizando sus jugadas. Eslovaquia se limitó a buscar a Marek Hamsik, su jugador de más talento, pero éste siempre se encontró rodeado de la marca rival. A cambio, Alemania siempre halló alivio con Draxler y Özil, más el movimiento de Thomas Müller y Gómez en la punta. |