La erosión de playas por el oleaje marino tiene remedio pero los empresarios turísticos, en particular los hoteleros, no muestran interés en proyectos viables, afirmó la bióloga Magaly Cruz Marzoa, diseñadora de arrecifes artificiales.

Recordó que en los últimos años ha presentado proyectos a diversas autoridades y salvo honrosas excepciones, no han sido sensibles al problema y las marejadas siguen poniendo en peligro a la costa veracruzana.

“Algunas autoridades con toda la voluntad apoyaron y se pusieron los primeros arrecifes, pero hasta ahí porque no les interesan los temas ambientales. Todo queda en palabra, aquí no hay acciones”, lamentó Cruz Marzoa.

Resaltó que la Fundación Produce tiene la tecnología para evitar un desastre ecológico y aunque ella buscó acercamiento con Fernando Ortiz González, presidente de la Asociación de Hoteles de Veracruz-Boca del Río, no tuvo éxito.

“Tuvimos una reunión pero a Fernando no le llamó la atención la propuesta. Creo que anda muy ocupado y no consideró mi propuesta.
“Ni siquiera me dejó llegar a una reunión con los hoteleros al menos con los dueños y los empresarios que están sufriendo el daño directo por el impacto del mar”, señaló Cruz Marzoa.

FÁCIL Y RÁPIDO

La diseñadora de arrecifes artificiales como los colocados desde hace años frente a la costa de Boca del Río resaltó que es totalmente factible proteger a la costa ante los embates marinos.

“Por ejemplo, un frente de hotel de aproximadamente 40 a 50 metros de frente que ya no tiene zona de playa. Todo el escombro marino, que se llama escombro de coral, llega e impacta su barda.

“Haríamos compatible todo lo que está disperso ahí, sería una inversión mínima de 3 millones de pesos, comparado con lo que cuesta hacer una escollera que estamos hablando es 90 a 100, a 150 millones de pesos”, explicó Cruz Marzoa.

Indicó que una vez realizadas las obras, en los siguientes 15 días se verían los primeros avances, y en 3 meses y medio ya se tendría un frente de 70 metros.

“Si no nos dejan llegar y hacer las propuestas seguirá siendo un desastre la zona costera y seguirá mermando la economía de los hoteleros y de toda la localidad; esto es una cadena”, advirtió.

Las obras podrían tomar un mes si se trabaja intensamente y con la maquinaria necesaria, previa solicitud de los permisos correspondientes.

NO MÁS CAJA CHICA

La diseñadora de arrecifes artificiales dijo confiar en que con el próximo gobierno se genera conciencia sobre la protección de las costas y arrecifes.

“Ojalá y con el nuevo gobernador las cosas cambien como él prometió muchas cosas. A ver si es cierto el tema ambiental deje de ser meramente otra caja chica de los gobiernos o de las personas”, expresó Cruz Marzoa.