“El contexto. Bobbio vivió el ascenso del fascismo, la guerra, la guerra fría y al final, el desplome del mundo soviético y una cierta hegemonía el ideal democrático”… Tanto se le prometió al pueblo ser el soberano popular hasta que se lo creyó y reclamó participar en los asuntos públicos. “Se podría decir que para serlo, la democracia requiere incorporar el bagaje del liberalismo, porque el solo despliegue del liberalismo no construye democracia”. Bobbio esclarece esos deseos humanos de liberalismo y democracia. “La limitación de un liberalismo que busca contener y poner diques al poder estatal desatado para  reivindicar después una serie de garantías individuales tales como las de pensamiento, expresión, religiosa y toda una zona de libertades necesarias para una vida digna. Pero la democracia, no solo busca eso, “sino incorporar a los ciudadanos a los asuntos públicos: los derechos a la organización, a votar y ser votado, a participar en la “cosa pública” a ser no solo representado sino también representante”… Esta es quizá una burda paráfrasis; pero búsquelo, vale la pena su lectura está en Nexos, del 23 de julio 2016.