La popularidad de Peña Nieto cada día cae más y más. La gente no quiere ni a Peña, ni a la “gaviota”, ni al PRI. De nada le sirve al Presidente anunciar que México crece al 2.3% y que crea miles de empleos mientras en otros países hay recesión, pues eso en nada alivia el dolor y el hartazgo popular. De nada sirve que órganos internacionales elogien a México por registrar tasas inflacionarias entre el 2 y 3%. El pueblo está cansado de engaños y de que lo que dice el gobierno no se refleje en sus bolsillos, ni en la seguridad. El alza de precios de las gasolinas, electricidad, gas, rentas, colegiaturas y los pésimos servicios públicos de educación y salud han matado las esperanzas… México, no se mueve. Al parecer los mexicanos esperan con ansias termine de una vez por todas el mandato de Peña y que los priistas salgan de Los Pinos, de Palacio Federal, de los gobiernos estatales y municipales… ¿Qué pasa? Es un problema real o sólo es percepción.