Los teléfonos públicos pasaron a la historia, gracias a que la telefonía celular con un sistema de prepago muy accesible está al alcance de la mayoría de la población. La estructura donde están instalados estos equipos de comunicación se han convertido en obstáculos en las céntricas avenidas o en depósitos de basura, que dan una mala imagen. De acuerdo a datos históricos, en 1960 se instaló en la ciudad de México, la primera caseta de teléfonos públicos. Luego del sismo de 1985, Teléfonos de México ofreció el servicio de telefonía pública gratuito en la ciudad de México y en 1987 Telmex instaló teléfonos públicos de alcancía con teclado de marcación y un microprocesador digital, los cuales ofrecieron diversos servicios de larga distancia como Lada 91, 95 y 98. Esos equipos funcionaron, inicialmente, con monedas de 50, 100 y 200 pesos. Se instalaron en lugares estratégicos como aeropuertos, terminales de ferrocarril, autobuses, hospitales, centros comerciales, universidades y unidades habitacionales, entre otras. En 1988, Telmex enfrentó el mayor vandalismo, ya que por esta causa se afectó el 50.6% del total de los teléfonos públicos. La reparación ascendió a mil 647 millones de pesos. En 1989 se desarrolló el servicio de larga distancia automática desde casetas, Ladatel. Se instalaron un total de mil 903 aparatos más, y se reportó un total de 2 mil 994 aparatos Ladatel instalados en varias ciudades del país. En 1995 Telmex introdujo un sistema de comercialización de tarjetas con chip, el cual incluyó un sistema contra actos de vandalismo. En 1997, la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) otorgó los primeros permisos a otras empresas para dar el servicio de telefonía pública de monedas, pero los usuarios han presentado quejas por el mal servicio y cobros indebidos. En el 2008, según la Cofetel, existían más de 800 mil casetas instaladas en todo el país, la mayoría de ellas en desuso.
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