En lo que va del sexenio del presidente Enrique Peña Nieto la moneda se devaluó 46 por ciento y el mercado interno sigue perdiendo competitividad, señaló Humberto Alonso Morelli, ex diputado federal del Partido Acción Nacional.

Dijo que la situación puede compararse con 1981 cuando se llegó a tener 24 pesos frente a 1 dólar. En este sentido puntualizó que en la administración del expresidente Vicente Fox Quesada (2001-2006) el deslizamiento fue de 18 por ciento, similar al que se tuvo cuando gobernó Felipe Calderón Hinojosa.

“Ahorita en este sexenio es de 46 por ciento. El dólar ha tenido volatilidad importante y se pierde competitividad. Nuestras cosas valen menos a nivel internacional y comprar lo que viene del extranjero nos sale más caro. La justificación de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público es infantil porque dicen que se aumentan las exportaciones pero nos cuestan más los productos de importación que son muchos”.

Admitió que la balanza comercial no es del todo mala, pero se tiene un mercado interno débil, una economía endeudada y el consumo interno es débil.

Puntualizó que el año pasado se perdieron 16 mil millones de dólares en reservas internacionales y si no se cambian las políticas el mercado interno seguirá debilitándose.

“El 25 por ciento del PIB mundial se concentra en Estados Unidos. No podemos tener una devaluación consecutiva porque empieza a desequilibrar en nuestros números y como nuestro mercado no es fuerte nos afecta lo que pasa en Estados Unidos. En 2009 cuando se dio la crisis hipotecaria y que el dólar fue la moneda más preferida por los países la devaluación no fue más que unos puntos pero hoy en día México tiene una debilidad económica importante a nivel mundial”.

Agregó que se debe rectificar la política económica porque no hay programa de fomento al mercado intento, no hay crecimiento económico y se está expuesto a los embates económicos mundiales.

México no es interesante para los mercados internacionales, además cuando hay devaluación a los tres meses llega el proceso inflacionario porque no hay mercado industrial que satisfaga el mercado interno y se tienen que importar servicios y productos que se pagan más caros.