La toma del Palacio Municipal de Medellín se ha convertido en un capricho encabezado por Francisco Carmona Quevedo, aseguró el alcalde Luis Gerardo Pérez Pérez.

Este viernes se cumplió una semana desde que los integrantes de la Asociación Águila Descalza se apostaron en el inmueble para exigir la destitución del asesor Eduardo Andrade Rocha.

"Ayer (jueves) ya estábamos llegando a un acuerdo, pero se rompió porque ellos pidieron otras cosas que no se habían planteado en el inicio y no podemos ceder a caprichos"' dijo.

Pérez Pérez dio a conocer que ya interpuso una denuncia ante la Fiscalía General del Estado para que se hagan las diligencias necesarias. No obstante, sostuvo que desde hace una semana no hay trámites ni cobros para el Ayuntamiento, lo que afecta a su administración y a la ciudadanía.

"Ya habíamos propuesto un movimiento con un director, pero ellos no lo aceptaron y se rompió el diálogo. Ha sido una situación complicada y como Ayuntamiento no podemos ceder a esas exigencias", mencionó.

El alcalde medellinense comentó que no pedirá la intervención de la fuerza pública, no obstante, esperará a que las autoridades ministeriales finquen responsabilidad por la toma del edificio público.

Al respecto, Carmona Quevedo lamentó que el alcalde se muestre renuente a remover a Eduardo Andrade Rocha, quien ha entorpecido la administración de Medellín y carga con un historial de dañar finanzas en los municipios de Alvarado y Papantla.

"No se ha dado cuenta que el caprichoso es él, pues de ninguna forma quiere destituir a una persona que él mismo contrató, pero que no ha rendido los resultados y que representa un riesgo para los recursos del municipio", sostuvo.