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LA PRENSA; LA REVOLUCIÓN POR LA ERA DIGITAL
De la columna "Prosa aprisa"
Por: Arturo Reyes Isidoro
2016-09-12 - 22:51:08 /

¿Hemos llegado al final de las notas, de las entrevistas exclusivas en periodismo? Ante la silenciosa revolución y el vertiginoso cambio propiciado por la era digital, pareciera que sí.


Ahora cualquier personaje, en el momento en que se le ocurra puede expresar lo que desee a través de las redes sociales sin necesidad de esperar a que un reportero lo descubra, y de ahí el periodista que quiera puede sacar la nota, que pueden ser varios periodistas, o todos.


Creo que cada vez más ya sólo son recuerdos las ruidosas salas de redacción de los medios en la que nos hicimos y trabajamos viejos periodistas como yo en el siglo pasado, cuando los periódicos se hacían con linotipos y prensas planas, hoy piezas de museos, y escribíamos en máquinas mecánicas Remington, Olivetti, Corona.


Me pregunto si la modernidad llevará a que desaparezcan las áreas de comunicación social de los gobiernos como las conocemos hasta hoy y se transformen o de plano desaparezcan en su totalidad. 


En Veracruz, varios medios impresos, creo que muchos, viven la crisis de haber perdido el interés de los lectores que ahora se informan a través de los medios digitales. Ya no se venden y a los anunciantes cada vez les interesan menos o de plano ya no les interesan (en Xalapa regalan en restaurantes periódicos de mucha tradición y muchas veces no se los llevan).


Medios que existían a expensas de recursos públicos, ante la grave crisis económica en que cayó el Gobierno del Estado y que les dejó de pagar cerraron ya y otros están por hacerlo. Nunca se preocuparon por hacer periodismo profesional, de análisis, crítico, de investigación y denuncia y por lo mismo no crearon lectores ni se ganaron su fidelidad. Por lo pronto, hay muchos compañeros que perdieron ya su trabajo en toda la entidad.


Ahora me llegan los ecos de preocupación de trabajadores o de directivos de medios de diferentes puntos del territorio estatal, muchos de ellos no necesariamente periodistas aunque se ostentan como si lo fueran, que están temerosos porque no ven “futuro” con el gobierno panista que viene, esto es, que anticipan que ya no les darán “publicidad”, es decir, que ya no tendrán más dinero proveniente del erario público.


Por eso la inmensa mayoría le apostó a que ganara el PRI en las pasadas elecciones, porque pensaban que la “buena” relación prensa-gobierno, que en gran medida prostituyó el gobierno de Fidel Herrera Beltrán por las desmesuradas cantidades que acostumbró pagar, se restablecería.


Me entero que algunos comentan, o casi todos los que se verán afectados, que piensan emigrar hacia la Ciudad de México u otros estados del país, como si de todos modos el cambio por la era digital, que en mucho está afectando a los medios tradicionales, fuera exclusivo de Veracruz (me acuerdo de aquel viejo chiste del yucateco que exclamaba: ¡Mare lindo, si se acaba el mundo me voy para Yucatán!).


En Veracruz tanto por la crisis económica como porque el gobernador Javier Duarte ha reducido su política de comunicación social a sólo disparar tuitazos sin ton ni son, ya un día criticando al Gobernador electo Miguel Ángel Yunes Linares, ya otro defendiéndose de lo que sea, la Coordinación General de Comunicación Social (CGCS) casi ha caído en la inoperancia.


El pasado 6 de septiembre, cuando taxistas descubrieron que el gobernador estaba en las oficinas del SAT en Xalapa y fueron a protestar ante él, y con ellos llegaron los reporteros y lo cuestionaron sobre la crisis que casi en todos los renglones vive Veracruz, Duarte se negó a emitir declaración alguna diciendo que con lo que publica en su cuenta de Twitter “basta y sobra”.


Esa mañana, que se sepa, no iba con él ni reportero, ni fotógrafo, ni camarógrafo oficial. Si ya no los utiliza y le basta con sus tuits, ¿vale la pena que su gobierno rente dos pisos en un nuevo y lujoso edificio y pague una pesada burocracia compuesta por decenas de trabajadores que ahora piden horario corrido como en el gobierno del licenciado Miguel Alemán porque dicen que ya no tienen nada que hacer, que se aburren y que se la tienen que pasar jugando en las computadoras?


Pero quien esté siguiendo con atención al Gobernador electo Miguel Ángel Yunes Linares habrá advertido que desde que era precandidato y luego candidato y hoy es gobernador, se maneja con el mínimo de personal, sus actividades las transmite en vivo a través de Periscope (una herramienta de Twitter para la transmisión de videos en directo que nos muestra lo que ocurre y se dice como si estuviéramos presentes), él mismo transmite de inmediato sus imágenes y mensajes en su cuenta de Twitter y en su muro de Facebook, lo que fortalecería la versión de que reducirá al mínimo lo que hoy es la CGCS, además por la falta de recursos con los que recibirá la administración (a mi juicio, mucho influyó en la derrota de Héctor Yunes que boletines de sus actividades que tenían elaborados desde la mañana, por órdenes de quién sabe quien los enviaban después de las diez de la noche, por lo que le dejaron todo el espacio mediático a Miguel Ángel, quien soltaba uno tras otro sus boletines según iba avanzando).


El pasado IV Informe del presidente Peña Nieto estuvo caracterizado por un nuevo formato basado en los avances tecnológicos y el comportamiento de la comunidad digital. Se transmitió en Facebook Live y en YouTube. El Gobierno Federal ha utilizado las redes sociales como su principal medio de comunicación social, desde el anuncio de la recaptura de Joaquín “El Chapo” Guzmán, la respuesta a Donald Trump y ahora la presentación del Informe de Gobierno.


¿Qué no hay futuro? Como hemos comentado varias veces con la compañera Martha Marañón, una comunicóloga experta en el tema, y en lo que coincidimos, al contrario, ahora se abre una prometedora etapa de oportunidades para quien realmente sea periodista, para quien tenga vocación y sea profesional, para quien no sólo espere el boletín sino que investigue, para quien piense en los lectores antes que aplaudir al gobernante en turno a cambio de una paga aunque esté haciendo las cosas mal.


Un efecto positivo para el gremio con lo que está pasando es que creo que quedaremos los auténticos periodistas y quienes se profesionalicen para serlo.


Pero la revolución digital afecta a los medios de todo el mundo y propicia cambios que nunca nos hubiéramos imaginado. Un caso emblemático para los lectores de habla hispana es el diario El País de España, que digitalizó totalmente su redacción, redujo y transformó radicalmente su edición impresa, le apuesta todo a los lectores cibernéticos y, lo lamentable, disminuyó su plantilla laboral en forma significativa.


Pero no ha parado ahí todo. El pasado 6 de septiembre, hace una semana, nos sorprendió con la noticia de que una docena de reporteros de siete periódicos de seis países europeos, agrupados en la Leading European Newspaper Alliance (LENA), cubrirían a partir del domingo pasado en forma conjunta las elecciones de Estados Unidos.


Los periodistas enviados producirán durante dos meses conjuntamente reportajes y coberturas especiales en todo tipo de soportes, textos, videos, tuits y fotos que se han empezado a publicar en las páginas webs y en las ediciones impresas de Die Welt en Alemania, La Repubblica en Italia, Le Figaro en Francia, Le Soir en Bélgica, El País en España, así como Tages-Anzeiger y La Tribune de Genève en Suiza, periódicos socios de la Alianza.


¿Acaso llegaremos a saber algún día que para optimizar recursos y enriquecer sus contenidos varios medios de Veracruz se agruparán para hacer alguna cobertura especial?


La revolución está en toda su plenitud; los cambios son diarios. Hay de aquel que no se prepare para la competencia, que no se capacite en las nuevas herramientas digitales, que no se actualice y que no cobre conciencia de que sólo la profesionalización nos mantendrá vigentes y con la fidelidad de nuestros lectores. 

 
 
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