El Colegio de Estudios y Tecnológicos del Estado de Veracruz (CECyTEV) será una de las instituciones en las que para encontrar el cofre del tesoro ni siquiera será necesario escarbar demasiado, Yunes Linares lo encarcelará y no tocará ni baranda. Parecerá broma, pero decir que en el CECyTEV hasta el dinero de los refrescos se llevaron no es cosa de risa, sobre todo porque el daño al erario no es de unos cuantos pesos, sino de casi cinco millones de pesos que a la fecha están desaparecidos. 

Cerca del final, cada vez menos funcionarios de apoyo están dispuestos a cargar con el estigma de “todos fueron rateros” y convertirse en “chivos expiatorios”. Aunque a ellos, como es lógico, Ricardo García Guzmán no les hace caso.

El Director Administrativo del CECyTEV, M.F. José Gómez Hernández, al percatarse de la existencia de un contrato firmado entre el CECyTEV y una empresa distribuidora de refrescos y confirmado que en la cuenta de la institución no había el dinero que debería haber entrado, notificó el caso a la Contraloría de Ricardo García Guzmán, sin que hasta la fecha haya habido investigación alguna ni que se sepa sanciones o el deslinde de responsabilidades correspondiente.  

A García Guzmán se le notificó mediante oficio DA/CECyTEV/0578/15 que el 20 de enero del 2011 –hace casi seis años- se firmó un Contrato de Derechos de Venta de bebidas de marca “Pepsi” entre el CECyTEV (por medio de su Director General, Lic. Fernando Arteaga Aponte) y el CP. José Antonio Velázquez García, Contralor General de la empresa Embotelladora Tropical, S.A de C.V., en el que se establecía la exclusividad de la venta de dichos productos a cambio de diversas contraprestaciones en especie y económicas. 

Entre lo pactado en el clausulado del contrato, se dice:

Primera. La Dirección General (CECyTEV) se compromete a expender única y exclusivamente en el nivel educativo de Bachillerato, los productos que “La compañía” y sus filiales elaboran y/o comercializan.

Segunda. Por la venta de sus productos “La compañía” se obliga a aportar a la “Dirección General”, el importe equivalente al 25% del total de sus ventas facturadas. Estos pagos se harán de manera mensual, dentro de los diez días hábiles posteriores al vencimiento del mes inmediato anterior, una vez efectuada la conciliación correspondiente. Dicho pago se realizará a través de una cuenta bancaria que en su oportunidad dará el Director General.

Tercera. Las partes convinieron en que el contrato tendría vigencia a partir del 01 de enero de 2011 al 31 de Diciembre de 2012, pudiendo ser prorrogable a petición de las partes interesadas.

Cuarta. Toda vez que la “Dirección general”, tiene concesionadas las cafeterías escolares de sus planteles, ésta se obliga a que los concesionarios de las mismas, vendan única y exclusivamente los productos que distribuye y/o comercializa “la compañía”, obligándose también a que los concesionarios no expendan productos que “la compañía” considere competencia directa de aquellos que esta comercializa.

Adicionalmente, se estableció que la compañía proporcionaría a las cafeterías de cada plantel los juegos de mesas, sillas y enfriadores necesarios en calidad de comodato. Además, se comprometió la compañía de pagar la cantidad de $100 como apoyo para el pago del Agua del Plantel y $100 mensuales como apoyo para el pago del consumo de energía eléctrica.  

Desde el mismo clausulado se aprecia ventajas para las partes, pues la “Compañía” garantiza la venta exclusiva en los 17 planteles del CECyTEV (Tres Valles, Papantla, Benito Juárez, Naolinco, Vega de Alatorre, Soledad Atzompa, Coxquihui, Uxpanapa, Huayacocotla, Agua Dulce, Pajapan, Filomeno Mata, Platón Sánchez, Atzalan, Martínez de la Torre, Omealca y Huatusco) y encima solo aporta 100 pesos mensuales para el agua y 100 para electricidad siendo que cualquier aparato de refrigeración gasta muchísimo más. Gastos que obviamente pagaba el erario de Veracruz. Pero lo importante está en la cláusula segunda que compromete a la empresa entregar a la Dirección General el 25% del total de las ventas facturadas a “una cuenta bancaria que en su oportunidad dará el Director General”.  

De enero del 2011 al 2014, de manera prorrogable, se mantuvo el contrato, y durante todos esos años ese 25% de las ventas facturadas no ingresó a las cuentas del CECyTEV, por lo que el 20 de febrero del 2015, el Director Administrativo, José Gómez Hernández, mediante el oficio DA/CECyTEV/0218/15 requirió al Jefe del Departamento de Recursos Financieros, L.C. Carlos Mendoza Samperio, para que le indicara “si existe cuenta bancaria o procedimiento financiero alguno convenido o contratado por el cual este Organismo reciba regalías y/o prestaciones económicas derivadas de la venta de bebidas de las empresas refresquemos que dotan de productos a nuestros Planteles”. La respuesta llegó así en el oficio No./029/15 “este Organismo tiene una cuenta específica para la recaudación de los ingresos Propios generados por los planteles, misma que se encuentra registrada en la Institución Bancaria HSBC. El Colegio no ha recibido Ingreso por la venta de bebidas de empresas refresqueras por los últimos 4 años”. O sea, de acuerdo al Organismo, no se facturaron por parte de la “compañía” ingresos en 4 años que se prorrogó el contrato ni hubo depósitos a la cuenta del CECyTEV. 

Para corroborar lo anterior, el 3 de marzo del 2015, se solicitó con el oficio DA/CECyTEV/0226/15 a la empresa Embotelladora Tropical, S.A de C.V, informara del cumplimiento detallado de la cláusula segunda del Contrato de derecho de venta suscrito con CECyTEV.  De acuerdo a informes internos, la empresa refresquera se ha negado a proporcionar la información solicitada, “no obstante que sus productos no han dejado de distribuirse al interior de las cafeterías en los Planteles del CECyTEV, motivo por el cual se presumen actos contrarios al contrato que han ocasionado daño y perjuicio patrimonial” al Organismo. 

Es más, como dato adicional, se le informó al Contralor que en los "Reportes Concentrados de Otros Ingresos" de los diversos planteles y en las "Balanzas de Comprobación", cuando menos, no se reflejaban los ingresos que debían entrar de acuerdo a la Cláusula segunda del Contrato aludido, independiente de que las cuentas oficiales de HSBC del Colegio, tampoco aparecen. 

El perjuicio al Organismo, se estima en un promedio de por lo menos $800,000.00 (Ochocientos mil pesos 00/100 m.n.) anuales, y desde el ejercicio 2011 al presente 2016 sería un acumulado de $4,800,000.00 (Cuatro millones ochocientos mil pesos 00/100 M.N.), t

Todo eso se hizo del conocimiento del  Dr. Ricardo García Guzmán Contralor General del Estado y se solicitó se investigara y se regularizara la situación y que el CECyTEV reciba los ingresos que por derecho le correspondan de acuerdo al contrato suscrito con la embotelladora. Se solicitó además que se determine la responsabilidad o responsabilidades que haya lugar contra los servidores públicos, que con sus acciones consintieron o permitieron daño en perjuicio del patrimonio del CECyTEV derivado de la firma del contrato suscrito.

El expediente del caso sigue en poder del Contralor Ricardo García Guzmán, desde el 18 de marzo del 2015.  No se sabe el estado actual del mismo, pero se presume que no se ha procedido, a pesar de que las pruebas que indican la existencia de responsabilidad son evidentes. ¿Protección? ¿Contubernio? 

Es muy claro que este caso exhibe el desorden financiero que se ha dado en diversas dependencias del Estado con los recursos propios o no presupuestales. En el contrato, como primer punto negro, jamás se debió establecer la discrecionalidad del Director General para que él diera en su oportunidad, la cuenta a la cual se depositaría esos ingresos, porque los resultados están a la vista.

¿A dónde fueron a parar los casi 5 millones de pesos? Tal vez no sea tan difícil identificarlo, seguramente el Director Fernando Arteaga Aponte tenga una respuesta clara y convincente. 

Pero le corresponde a la autoridad, en primer lugar informar a la opinión pública qué es lo que ha hecho o hace con el caso denunciado. Y, dos, exigir la presentación de los Estados de Cuenta de la refresquera para saber a qué cuenta bancaria fueron a parar el 25% de las ventas totales que le corresponden a la institución.  

No se necesita ser adivino para inferir ¿A dónde se fue el dinero? Sobre todo con los antecedentes del Director General.