La semana pasada se manejaron versiones de que la Secretaría de Salud había perdido un amparo contra la empresa FINAMED y que por lo tanto se le debían pagar 700 millones de pesos. Obvio, dicha información fue relacionada con la gestión de Juan Antonio Nemi Dib, por haber él iniciado el litigio y haber rescindido el controvertido contrato de servicios que tenía esa empresa con el Gobierno del Estado. Sin embargo, al desmentir el titular actual de Salud, doctor Fernando Benítez Obeso, que se haya perdido el juicio contra FINAMED, habría que preguntarse cuál fue el interés político o personal de difundir tal versión, ya que al parecer a Juan Antonio Nemi ya le vieron cara de pararrayos. Raro que hasta la fecha no ha sido denunciado por ninguna autoridad, ni tenga recomendaciones, observaciones, ni salvedades, por del ORFIS, ni de la ASF; no es investigado por el SAT o la PGR; no ha sido sancionado, ni se le atribuye daño patrimonial alguno en el servicio público… raro porque si realmente tuviera toda la responsabilidad que le endilgan, estaría rezando. Sin embargo, se sabe que en su actual encomienda como Secretario  Ejecutivo del Sistema y del Consejo Estatal de Seguridad Pública, ahí la lleva. Es muy probable que Nemi no esté programado para ninguna canonización, pero hasta que no se le demuestre lo contrario, se le debe respetar la presunción de ser un funcionario honesto.