Para el padre de Daphne Fernández, Javier Fernández Gómez, las lágrimas que emanaron de los ojos de Diego Cruz Alonso en su comparecencia allá en España este miércoles no son más que la muestra más clara de que la culpa lo está carcomiendo por dentro y que lo que declaró no es más que un script o guión que le dieron para defenderse en el caso en el cual se le señala cómplice del delito de pederastia tumultuaria.
“Yo estoy seguro que lo está carcomiendo la culpa, él fue uno de los más dramáticos y de hecho es el video más dramático de disculpa, en el audio del 28 de abril cuando yo lo estoy encarando y ellos van poco a poco reconociendo sus culpas y las aceptan, él en algún momento me dice las mismas palabras: -perdón desde lo más profundo de mi corazón- y habla de los tres, -los tres estamos muy arrepentidos- se refiere a Jorge Cotaita, Gerardo Rodríguez y a él mismo, yo le digo –espérate que lo vas a grabar en video- y minutos después lo grabo en video, al menos ahí él estaba brutalmente arrepentido y todo este tiempo todas las familias han estado convenciendo de este discurso o nuevo script, no se como llamarlo”.
Para Javier las lágrimas y el llanto no es otro signo de que Diego sabe que es culpable y que todas las mentiras que le están haciendo decir lo están quebrando por dentro. Fernández Gómez no cree que este llanto o lágrimas sean de cocodrilo para conseguir quedarse en España para ser juzgado.
“Pues mira ese día que yo lo vi, yo lo vi consternado, no puedo decir que arrepentido pero si creo que la culpa lo esté carcomiendo (…) y sí él puede hacer el teatro que quiera hacer, sin embargo la ley se tiene que cumplir, las cárceles están llenas de inocentes y de que jura y con un cinismo exacerbado pregona su inocencia”.
PATÉTICO
El padre de la víctima en el caso que mucho revuelo tuvo en los medios de comunicación dijo además, que considera totalmente patético que Diego y su padre, así como los demás implicados en el caso continúen con ese discurso en el que se victimizan como lo hizo este miércoles Diego Cruz Alonso al decir en sus primeras palabras de la comparecencia que él negó haber agredido sexualmente a la chica, acusando así al padre de ésta de extorsionarlo a él y a los otros tres involucrados para grabar un video.
“Ese guión lo tienen estudiado desde hace mucho tiempo, es el discurso que han estado manejando y que está lleno de mentiras, patrañas, infundios, es patético que sigan con ese discurso, con todas las pruebas que hay es más que suficiente para botar todo lo que dicen”.
Las declaraciones del joven de 21 años en la sección tercera de la sala de lo penal de la Audiencia Nacional que por cierto fueron leyéndose en una carta por él que él mismo escribió y ni siquiera fue verbalmente, Diego se victimiza por culpa de los medios de comunicación, incrusta la política en su discurso y casi la pone como razón medular de su problemática, figurando así las campañas electorales que hoy perecen en una tumba a unas semanas de que el resultado de ellas tome el poder, dejándolas atrás como factor importante del dedo que lo señala.
Pero para Javier Fernández, los fundamentos que señala Diego como la extorsión y las amenazas de muerte no son más que “patadas de ahogado” en argumentos contradictorios.
“Si yo el 28 de abril cuando nos reunimos y filmamos las disculpas de los tres individuos primero de Diego, Jorge Cotaita y Gerardo Rodríguez, delante de sus papás, con la anuencia de sus papás ¿cómo es que regresaron el 29 de abril acompañados de sus esposas, de sus papás con sus mamás?, es absurdo que yo los amenacé de muerte, que yo los extorsioné, habían hablado de un millón y ahora veo en las noticias que habla de 4 millones de pesos, no sé de ¿dónde sacan tanta estupidez? Y sobre todo lo absurdo que resulta el haber regresado el día 29 de abril a la misma habitación, a la misma sala de juntas incluso cuando Gerardo Rodríguez Zorrilla (Papá de Gerardo Rodríguez Acosta) había ofrecido su casa para hacer la segunda reunión, es decir la del 29 de abril, se escucha claramente al final del audio del día 28 que él ofrece su casa, me pregunta que a qué hora, yo le digo que a las doce, Héctor Cruz (Padre de Diego) le reitera, en tu casa y él contesta -sí en mi casa- sin embargo el mismo 29 de abril le hablan a Ricardo Fernández y cambian la sede de la casa de Gerardo nuevamente al lugar en donde supuestamente fueron privados de su libertad, eso es absurdo, todo se escucha en los audios”. |