La mañana de este jueves la Capital de Veracruz, Xalapa, amaneció caótica. Son los estragos de una desaseada y desinteresada administración que llevaron a la ruina a dependencias, trabajadores, asociaciones civiles, ayuntamientos y todo ente que tuvo contacto gubernamental. Ayer miércoles, por ejemplo, sindicalizados del Poder Judicial del Estado tomaron la principal arteria xalapeña (La Av. Lázaro Cárdenas) como protesta para exigir el pago de prestaciones atrasadas; personas de la Fundación Mejía-Viveros taponaron la céntrica calle de Zaragoza; otros bajo las siglas “Mocamver” tomaron por enésima vez Sefiplan; hasta trabajadores del periódico “Ya Basta” bloquearon la avenida Ruiz Cortines en demanda de pagos por publicidad… Bueno, pues este jueves lo mismo. La Normal Veracruzana está en paro; las oficinas de la delegación regional número 3 del Catastro, que dirige Julio César Lezama, está cerrada y quieren desalojarlos porque el propietario del edificio decidió que hasta que no paguen no entrarán a ocupar su inmueble que se ubica en Clavijero y Ávila Camacho, luego de que llevan casi todo el 2016 sin pagar la renta; jubilados de educación tomaron las oficinas del IPE; y como para que se le derramen los hígados, hasta deportistas paraolímpicos anunciaron que tomarán la Plaza Lerdo y seguro bloquearán el Centro… Tanta desesperación social daña a miles. ¿Cuánto tiempo más se necesita para recuperarnos de esa borrachera de Duarte? Si con la borrachera ofendió, con la cruda nos queda debiendo.