El alcalde de Boca del Río se escucha cansado. Se queja de que no han sido atendidos por nadie “ya no se diga que no ha venido Flavino ¡No ha venido nadie! Ni un Secretario, Subsecretario, nadie”. Mientras los alcaldes toman Palacio, el Gobierno hace como que ni los ve ni los oye y ha entregado la plaza aceptando que puede gobernar desde cualquier lado, incluso desde el celular. El clutch está trabado y el embrague no entra, y el confilcto no se destraba pues ninguno cede. Miguel Ángel Yunes Márquez advierte que “todavía hay tiempo para hacer ajustes y que puedan darnos a los municipios lo que nos deben y que por lo menos se saquen un problema de encima”, sin olvidar que quien la hizo, la va a pagar: “aunque ellos ya admitieron públicamente que cometieron el delito, esto sería un agravante más para ellos, entonces van a ir a la cárcel si no nos pagan”. Palacio de Gobierno del Estado, hoy no es ni de Veracruz ni del Gobierno. Cualquier ciudadano de a pie no puede entrar, y el Gobierno ya lo dejó al olvido.