Hay quienes aseguran y hasta apuestan que el próximo 1o de diciembre se acabarán los problemas y que todo volverá a la normalidad en Veracruz. Sin embargo, se han manejado tan mal algunas cosas que ya se duda que así sea. Por ejemplo está el caso de los empleados de confianza a los que de plano se les ha tratado siempre como prescindibles y con la punta del pie. Este jueves sucedió algo histórico, lo que hoy pasó no puede verse con el mismo cristal de las demás manifestaciones. Los cohetes reventaron en la mismísima SEGOB y en la Oficina de Gobierno, Contraloría, IPAX, Turismo, Protección Civil y varias más, por la falta de pago de la primera quincena de noviembre. Lo atípico e inusitado fue que las manifestaciones la hizo el sector sistemáticamente callado: el personal de Confianza. Este primer aviso es un precedente importante de que el asunto no será fácil de apaciguar, pues en un acto de solidaridad los empleados sindicalizados cerraron también las puertas de la dependencia en apoyo a sus compañeros exigiendo que se les respeten sus derechos. Si eso se potencia ¡cuidado! La Junta Federal del Trabajo va a tener mucho trabajo para justificar los despidos que tanto se han anunciado a partir del 1 de diciembre... si Yunes Linares cree que podrá hacer su reingeniería y correr a los miles que estima, podría topar con pared.