La genialidad de Benítez, la honorabilidad de Sandoval, el gran liderazgo de Luisa Ángela Soto Maldonado, fueron los ingredientes perfectos para un fatídico cóctel que ha desatado los demonios en la Secretaría de Salud. En la reunión que tuvieron este fin de semana pasado el gobernador interino, Flavino Ríos Alvarado, y el titular de Salud, Fernando Benítez Obeso, con los dirigentes sindicales se habían pactado no más movilizaciones. Sin embargo, al ser esto conocido por los trabajadores se generó el repudio de las bases de los 14 sindicatos, incluyendo el de la diputada Ángela Soto Maldonado que agrupa a 22 mil trabajadores. El comentario que circula es que según palabras de Flavino Ríos, no les van a pagar el bono anual, además de que otros bonos se los recortaron a la mitad, por lo que las movilizaciones continuarán. Para muestra, la postura pública que acaba de divulgar la Sociedad Médica del Centro de Alta Especialidad del CAE, antes CEM. Se trata de una protesta y denuncia de indignación por el ultraje a sus garantías y derechos constitucionales y laborales del que han sido objeto de parte de servidores públicos del aparato gubernamental.