Se llevó a cabo la comparecencia del contralor general del estado Ricardo García Guzmán, quien dijo que le llevó 11 meses entender cómo funciona la "licuadora" de Finanzas. Señaló que los 58 mmdp que se metieron a la licuadora tan solo en 2013, hay miles de millones que no sabe cuál fue su destino. Sin embargo señaló que a seis meses de su llegada a la contraloría presentó varias denuncias a la fiscalía, entre ellas la de Mauricio Audirac. De la Comparecencia podríamos concluir que habría que ponerle un altar pues él resultó más Santo que San Judas Tadeo, el de las causas imposibles, pues por imposible que parezca resulta que él todo lo hizo bien, que sí aplicó sanciones, que sí revisó, que sí señaló y que si hay algo mal no fue en su tiempo y que lo que no hizo fue porque no le dio tiempo… o cuando menos eso aseguró. Los que de plano se vieron mal fueron varios diputados que hasta le solicitaron que en un futuro los asesorara y reconocieron su “capacidad y profesionalismo”… y no, aunque lo esté pensando, ni siquiera fueron diputados del PRI.