Los sabios de la política se dieron una vuelta por la Cámara de Diputados Federal y dicen que buscaron platicar con los “representantes” populares veracruzanos que andan a salto de mata en los pasillos de San Lázaro. Sus secretarias dicen que no están, aunque de repente salgan a prisa y  corran al salón de plenos. Tarek Abdalá checa su asistencia y corre con rumbo desconocido hasta el siguiente día de sesiones y repite la operación. Al que le vale una pura y dos con sal lo que se dice en medios es a Edgar Spinoso, que anda peor de soberbio que antes. Alberto Silva apenas y llega y,  de subir a tribuna ni pensarlo. Adolfo Mota Hernández, preocupado y serio, busca llegar a la CNOP. En cambio Jorge Carvallo Delfín hasta busca a quién decirle que no tiene problemas en Veracruz, y que es “el fiel de la balanza para la gobernabilidad de Veracruz”. ¿Será que lo de “fiel” sea por la protección del Tío Fide y se siente seguro que no le alcanzará la lumbre? Canillazos para esos sabios del café que solo inventan cuentos, y que no ven que los diputados federales son blancos y puros, y que el sucio sólo era Duarte.