48 días, el tramo más complejo del gobierno que hoy termina le tocó a Flavino Ríos Alvarado. Político que pese a las circunstancias terminó de pie, con institucionalidad cuyo valor muchos no logran comprender. Hoy se despidió por la puerta de enfrente, y con dignidad. En su mensaje reconoció lo que no pudo hacer en tan corto tiempo. Dijo con firmeza que lo ocurrido en Veracruz durante el gobierno de Javier Duarte nunca más debe repetirse. Lo ocurrido con las finanzas, dijo, no es obra del gobierno en general, ni de un partido en especial sino de personas sujetas a la acción de la justicia. Un mérito que quizá no guste, pero indispensable para cerrar el peor capítulo en la historia de Veracruz. En su mensaje ensalzó algo vital, entrega un Veracruz, con problemas pero en paz social. Para Flavino misión cumplida. Sólo los que no han estado en un ruedo, solos y  frente a un burel de afilados cuernos podrá decir lo contrario. Todo de lo que él tenga que responder como funcionario de este gobierno, les corresponderá a las autoridades dilucidarlo, como él mismo lo dijo, pero como gobernador ha cumplido.