Debido al incremento de delitos como homicidios dolosos, extorsiones y secuestros, la delincuencia organizada se ha apoderado de joyas turísticas como Playas de Rosarito, Los Cabos, Manzanillo, Puerto Vallarta, Mazatlán, San Miguel de Allende, Acapulco, Cuernavaca, Cancún y Playa del Carmen.

Los casos más emblemáticos de los últimos meses son los destinos turísticos de Baja California Sur, principalmente Los Cabos, por una disputa entre el Cártel de Jalisco Nueva Generación y Cártel del Pácifico.

El secretario general del gobierno de Baja California Sur, Álvaro de la Peña Angulo, reconoció que hay una férrea disputa entre los cárteles de la droga, guerra que sostienen los narcomenudistas y sicarios que tienen y contratan ambas organizaciones criminales.

Los Cabos, un destino por excelencia para visitantes estadunidenses, no registraba homicidios dolosos hasta 2015, pero en 2016 la cifra de muertes violentas fue de 35 y en enero pasado ya sumaban seis, según datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP).

De acuerdo con cifras recabadas por Excélsior, en lo que va del año suman casi 130 los ejecutados en Los Cabos.

Si bien las “joyas turísticas” de Baja California Sur han enfrentado el alza del crimen organizado en los últimos meses, otras ciudades también lo han sufrido.

Además, en Los Cabos, mientras que en 2015 hubo 23 denuncias por extorsión, para 2016 la cifra trepó a 52, mientras que por plagios las cifras han sido cercanas a cero en los últimos años.

Otro de los puntos que ha tenido deterioro por el crimen es Playas de Rosarito, Baja California, donde mientras en 2011, 2013 y 2015 no se registraron homicidios dolosos, en 2016 la cifra alcanzó 49 y en enero pasado suman seis. Por extorsión, en 2015 hubo siete denuncias, mientras en 2016 fueron 11.

Patricia Ortega, subprocuradora de la Fiscalía del estado, manifestó que 83% de las muertes violentas en uno de los municipios más jóvenes de la entidad está relacionada con narcomenudeo.