Ya le pueden ir pensando las empresas mexicanas de constructores y distribuidores de materiales que ya se vieron haciendo negocios con la construcción del Muro de Trump. 

De entrada, el gobierno de Peña Nieto les advirtió que, aunque no propondrá restricciones legales a tan antipatriótica conducta, eso sí afectaría el “prestigio” de las marcas que le entren al juego de Trump. 

Pero la que sí quiere que la sangre llegue al río es la Senadora panista Gabriela Cuevas, quien anunció que propondrá limitar contratos y hasta eliminar de los procesos de licitación a las empresas “malinches” que opten por contribuir con el muro de la ignominia. 

A ver qué dicen los empresarios, para quienes la lana no tiene nacionalidad. 

¿Será que las grandes cementeras y constructoras nacionales se espanten con estas amenazas? ¿O será que ya tiene preparados a sus sustitutos, como en la reforma energética?