Parece que por fin llegó el principio del fin del “reinado” de Antonio Luna, quien durante más de 20 años ha medrado con las necesidades de incautos que le han creído que es un luchador social, para con una supuesta base de apoyo popular pedir canonjías a los gobiernos con los que pacta alianzas que sólo le benefician a él.

Pues ahora en el Puerto de Veracruz, habitantes de colonias en las que ha ejercido un férreo control lo desconocieron como líder y lo acusaron de enriquecerse a sus costillas, por lo cual se manifestaron en su contra.

Mientras tanto, Antonio Luna sigue jugando a la política y se niega a fallecer políticamente, pues se registró como candidato “independiente” a la alcaldía de Xalapa, ya que el Partido Cardenista que regenteaba, finalmente perdió su registro.

Este “gran dirigente” (se remarca la ironía) comienza a decaer pues ya no hay gobiernos priistas que lo sostengan.

¿Será el principio del fin, o lo rescatará el Gobierno Panista para también utilizarlo como lo hacían antaño?