La tremenda deserción de perredistas en el Senado de la República tras el enfrentamiento con la dirigencia nacional por la coordinación de la bancada, ha provocado un cambio en la correlación de fuerzas cuyo beneficiario ha sido un partido que ya estaba en vías de extinción, el PT, y que en esas vueltas que da la vida, amaneció este miércoles como tercera fuerza política de la Cámara Alta.

Lo anterior al sumársele nueve de los once legisladores pro-pejistas que desfondaron al Sol Azteca. 

De modo que quien adquiere renovada fortaleza política es el coordinador del grupo parlamentario petista, el ex secretario de Gobernación al que se le “cayó el sistema” en las elecciones presidenciales de 1988, Manuel Bartlett Díaz, cuyo papel ahora será determinante en la toma de acuerdos de ese órgano del Poder Legislativo federal, pues ‘nomás’ para empezar, tendrá acceso a mayores recursos y representación en los órganos de dirección. 

No cabe duda que en política, ninguna victoria y ninguna derrota son permanentes.