Una decisión que sin duda generará polémica es la que anunció el Ayuntamiento de Veracruz, que encabeza el alcalde Ramón Poo Gil, de que en este periodo vacacional de Semana Santa no se permitirá que los turistas acampen en las playas, lo que popularmente se conoce como el “hotel cama-arena”. 

De acuerdo con la Comisión de Actos Cívicos y Protección Civil del gobierno municipal, a las 7:30 de la noche iniciarán el “barrido” de bañistas de las playas para que hacia las 8 ya no haya nadie en esas zonas. 

Son entendibles este tipo de medidas, sobre todo si se toma en cuenta la situación que guarda la seguridad en la zona conurbada Veracruz-Boca del Río, que no es la mejor. 

Sin embargo, pudiera ser contraproducente para los sectores comerciales que viven del turismo de “jícama” y “horchata”, pues es el que abarrota las playas populares y en volumen, la derrama económica que deja llega a ser bastante significativa. 

A ver cómo lo maneja el gobierno de Poo, no sea que le salga el tiro por la culata.