Una de las instituciones más nobles con las que cuenta el gobierno mexicano está en peligro de desaparecer. 

Diputados y senadores del PRI propusieron la extinción de la Lotería Nacional, tras advertir que la profunda crisis financiera que enfrenta la institución ha obligado a que requiera un subsidio federal cada vez más alto únicamente para continuar operando, pues lo que se obtiene por la venta de los billetes no alcanza ni para eso, y ya no digamos para la asistencia pública, que era su objetivo original. 

Además, desde el sexenio de Vicente Fox la institución arrastra una deuda por más de 3,500 millones de pesos, mientras que su cartera vencida es de cerca de 1,500 millones. 

Triste que se haya llegado a estos extremos, y más triste aún que se haya desfondado a una institución que llegó a ser emblemática y muy querida por los mexicanos, gracias a las pésimas administraciones que la han utilizado como “caja chica”.